Zetadiputados y Tropilegisladores


Desde hace varios dí­as en el Congreso de la República se habí­a presentado una iniciativa de ley, que buscaba regular lo referente a los cilindros de gas, en especial, para poder evitar las explosiones causadas por cilindros en mal estado.

Mario Cordero
mcordero@lahora.com.gt

La iniciativa, al principio, no levantó mucho polvo, y al parecer se aprobarí­a sin mayores consecuencias, así­ como la Ley de Planificación Familiar, la Ley del Adulto Mayor o la Ley del Inacif, que, pese a haber sido aprobadas, no tienen vigencia real.

Ayer, en las afueras del Congreso se efectuó una protesta contra de la iniciativa del gas, por parte de distribuidores, la cual surge, al parecer, por intereses comerciales porque la propuesta incluye el retiro de circulación de cilindros en mal estado.

La propuesta incluye el retiro de los cilindros en mal estado, y la obligatoriedad de que tengan marca de compañí­a, para que, en caso de explosión, se tenga conocimiento de qué compañí­a es la responsable. Asimismo, no se permitirí­a que una compañí­a de gas reciba un cilindro de otra distribuidora.

Ante una eventual aprobación, una compañí­a de GaZ habrí­a iniciado el retiro de cilindros de otras compañí­as, aduciendo que estaban en mal estado; esto estarí­a bien, si no fuera por el caso de que la eventual ley tomarí­a a GaZ con la mayorí­a de cilindros en su propiedad.

La iniciativa pasó la primera lectura; según indican algunas voces, GaZ habrí­a «invertido» en diputados para aprobar la ley. Luego, otras compañí­as de GaS también habrí­a «invertido» en los diputados, por lo que se pudo parar esta iniciativa.

Hace algunos meses sucedió algo parecido con la Ley de Celulares, que con el objetivo de evitar el robo de los teléfonos móviles, se quiso legislar sobre asuntos netamente comerciales, como pedir que se cobre por segundo o extender el tiempo de uso de las tarjetas de prepago, con la reacción de una protesta por parte de las compañí­as. Hoy dí­a, se sabe que las telefónicas ya tení­an preparado estos programas, en detrimento de Telefónica, que debe dar hasta triple saldo con tal de no morirse.

Tanto el robo de celulares y la explosión de cilindros de gas, no han sido ni podrán ser parados por medio de legislaciones; lástima que las leyes sólo han servido para favorecer empresas, en temas que la DIACO podrí­a colaborar.

La iniciativa de ley del gas fue enviada de nuevo a la Comisión; lo malo es que la próxima semana es la convocatoria a elecciones generales, y difí­cilmente los diputados podrán llegar al Congreso, y la ley del gas estará engavetada, las compañí­as en competencia y los cilindros estallando.

¿Y qué dicen los defensores del libre mercado al darse cuenta que éste no es tan libre, y que necesita de un «empujoncito» legal de los diputados?