El obispo Francisco Marroquí­n


Nació en el Valle de Toranzo, provincia de Santander, España. Estudiante de la Universidad de Osma donde recibió el grado de Maestro en Sagrada Teologí­a. Los cronistas lo llamaban licenciado. En España conoció a Pedro de Alvarado y decidió venir con él a la América. Así­ inició su misión apostólica. De España fue a Cuba, de Cuba a México. En abril de 1530 llegó a Almolonga, Guatemala. Encontró aquí­ a La Virgen del Socorro que trajo el capitán español Francisco de Garay. La Virgen del Socorro estuvo dos años en Iximché, luego pasó a Almolonga y después al Valle de Panchoy. Ahora se encuentra en la Catedral de la capital guatemalteca.

Catalina Barrios

Alvarado nombró a Marroquí­n como párroco de la Ciudad de Santiago de Guatemala, donde inició estudios de las lenguas indí­genas, escribió el catecismo de la doctrina cristiana y el libro «Arte para aprender los principales idiomas de Guatemala», obra que se perdió. Posiblemente fue el primer libro gramatical de los idiomas indí­genas. Marroquí­n fue el iniciador de la enseñanza pública de Guatemala. En su testamento dejó un legado para que fundasen un Colegio Mayor, para enseñar artes, teologí­a y otras ciencias. Otro legado lo dejó Crespo Suárez. Existí­a una cantidad de 173 mil pesos oro cuando la Universidad fue erigida.

En Almolonga habí­a un cobertizo provisional, de paja, que servia de templo desde 1527. Así­ lo encontró Marroquí­n. Se preocupó por la construcción del templo de Santiago, no sin vencer contratiempos. Habí­a en este templo parroquial una capilla a la derecha donde se veneraba a la Virgen del Socorro, a la que, entonces, la llamaban, equivocadamente, La Piedad. Marroquí­n celebraba misa ante esta imagen. Fundó también una pobre casa parroquial a donde llegaban los niños en busca de escuela.

A Marroquí­n se le consideraba el primer Cofrade por ser el fundador de la primera cofradí­a en su comunidad, para la devoción de la Inmaculada Concepción.

Por idea de Carlos V y del consejo de Indias se estableció en Guatemala el Obispado. Se fundó la Catedral de Santiago de Guatemala y a Marroquí­n se le llamó primer obispo de Guatemala. Fue el primero en América para la gloria de Guatemala (7 abril 1537). El ilustre obispo compraba tierras para entregarlas a los indios, para que vivieran libres en sus milperí­as. Es casi seguro que así­ se fundó el pueblo de San Juan el obispo. El Obispo hizo venir de Nicaragua a Fray Bartolomé de las Casas y a otros frailes. Trajo de México a varios religiosos, presididos por Marroquí­n.

Cuando se produjo la catástrofe donde perdió la vida doña Beatriz de la Cueva, Marroquí­n auxilió a las ví­ctimas, sacó cadáveres de las ruinas y les dio sepultura. Se trasladó, no lejos de Almolonga, en lo que hoy es Antigua Guatemala donde realizó muchas actividades.

El obispo Marroquí­n gobernó, civilmente, el Reino de Guatemala, asociado a don Francisco de la Cueva, desde el 17 de septiembre de 1541. Desde entonces fue creando parroquias en los pueblos aledaños.

Marroquí­n murió el 18 de abril de 1563.

Periódico EL PUEBLO, agosto 1924, No. 85 Valenzuela, Hemeroteca Nacional de Guatemala.