Reflexiones sobre la imprevisión


Pocas cosas causan tanta molestia e indignación como esa incapacidad de los técnicos para actuar y para tomar las decisiones correctas en función del interés nacional. Acaso sólo la absoluta impunidad con que actúan es más indignante, puesto que nadie les exige cuentas, nadie les reclama por su incapacidad y ellos siguen tan campantes, cobrando su sueldo aunque el paí­s tenga que soportar pérdidas económicas enormes. Ayer recibí­ un correo electrónico en el que un lector comenta la opinión editorial de La Hora y hace planteamientos que son importantes para reflexionar sobre las causas de esa actitud y sus efectos.

Oscar Clemente Marroquí­n
ocmarroq@lahora.com.gt

Como pasó con el Alcalde en el caso del hoyo del barrio San Antonio, creo que en este caso también el Presidente ha sido mal informado y engañado por sus técnicos porque de lo contrario ya debió haber mandato por un tubo a toda esa partida de incapaces que no pudieron prevenir algo que cualquier ingeniero debió haber sabido. Si los generadores tení­an una vida útil a punto de agotarse, era necesario tener los repuestos en bodega para enfrentar el problema y no permitir que se produjeran apagones que le cuestan millones al paí­s.

Así­ como los generadores privados reciben multas que impone la Comisión Nacional de Energí­a Eléctrica, los funcionarios debieran de ser sancionados. Por supuesto que una multa al INDE, que salga de las arcas de la institución serí­a lo más injusto, pero a los irresponsables causantes del descuido habrí­a que pasarles la factura. A ver si el gerente del INDE tiene la entereza y claridad de destituir a los culpables del descuido.

El correo al que hago referencia y que es ilustrativo, dice así­: «Don Oscar Clemente: Con mucha atención hemos leí­do el editorial de hoy miércoles 18. Sobra decir que el mantenimiento preventivo es una actividad básica en cualquier industria, especialmente cuando, de por medio se encuentra la seguridad en el suministro eléctrico de un paí­s. Baste cálculos elementales: sobre una capacidad de 250 megavatios y considerando un costo por energí­a no suministrada igual a tres veces el costo del precio del kilovatio al consumidor final, tendrí­amos que cada hora que Chixoy deje de funcionar, representa al paí­s (a los ciudadanos, a la industria) cuando menos pérdidas del orden de Q750 mil, es decir Q9 millones al dí­a (considerando un factor de planta del 50%).

Pero, ¿se trata realmente de eventos fortuitos? Me parece que no. Consultando a personas del INDE, estas me informaron que desde hace dos años y, en base a una inexplicable polí­tica para congraciarse con el Sindicato, fueron despedidos todos los ingenieros de las 8 plantas generadoras del INDE. Es decir, la producción eléctrica en la empresa que genera el 35% de la energí­a nacional ha quedado en manos de técnicos, que en el mejor de los casos, son peritos egresados de las escuelas vocacionales, pero en otros casos, apenas terminaron la primaria. Así­ las cosas, no es de extrañar la ocurrencia de errores elementales, como el caso actual, de los transformadores de Chixoy.

Surgen las siguientes preguntas:

1) ¿Bajo qué lógica se administra al INDE?

2) ¿Habrá alguna sanción o multa, por parte de la Comisión de Energí­a, para el INDE?

3) ¿Habrá apagones en septiembre, durante las elecciones?

No está de más recordar que las anteriores ocasiones en que sindicato y autoridades se congraciaron: durante la administración de De León Escribano, provocando la crisis de suministro eléctrico de 1991, y durante el gobierno de Ramiro de León (q.e.p.d.), con el propósito de eliminar la oposición a la firma de onerosos contratos de compra de energí­a. Así­ que mejor pongamos nuestras barbas a remojar.

Saludos cordiales,

José Carlos Majano Sandoval»