En Guatemala, dos de cada diez personas son menores de seis años y buena parte de ellas vive en condiciones difí­ciles, ya sea por la pobreza o por el poco acceso a servicios de salud y educación.

Muchos infantes, además, viven en situaciones violentas que limitan su desarrollo y merman sus posibilidades de crecimiento, y cuando hablo de violencia incluyo en mi apreciación a la negligencia por parte de los adultos, al abandono y al descuido de éstos y del Estado.

Por eso, veo muy positivo que del 18 al 20 de abril se lleve a cabo en el paí­s el Encuentro Nacional de Atención Integral por la Primera Infancia, un espacio creado para propiciar el diálogo multisectorial y la acción conjunta de los distintos sectores de la población, en la promoción del desarrollo de la niñez en dicha etapa.

Esta actividad tiene entre sus objetivos fortalecer el posicionamiento del desarrollo infantil integral en las polí­ticas públicas y poder llegar a acuerdos para hacerlas efectivas, algo muy importante, si tomamos en cuenta que en Guatemala más de un millón de infantes padecen desnutrición crónica y que, aun y cuando algunos niños y niñas reciben un «apoyo» nutricional en escuelas públicas (cuando no les dan leche en mal estado, por supuesto), los infantes que aún no tienen edad para asistir a estos centros de estudio están completamente olvidados por el Estado.

Valdrí­a la pena incluir entre estos acuerdos que se aprueben, leyes que protejan a la niñez de proxenetas y abusadores, ya que según la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala, una niña muere de forma violenta cada dos dí­as, ocho de cada diez presentan evidencia de abuso sexual y dos de estos abusos son cometidos contra niñas menores de cinco años.

Así­ las cosas, es plausible un esfuerzo como este, ojalá que asistan muchas personas y que tenga exitosos resultados. La cita es el 18, 19 y 20 de abril en el Hotel Intercontinental.