¿Que pasará con las remesas? 2ª. Parte


Desde que el Banco de Guatemala estableció un control minucioso en los montos que ingresan al paí­s por concepto de remesas familiares hemos estado observando, de manera invariable, cómo estos flujos de capitales cada nuevo año van superando al anterior. El año pasado el paí­s recibió 3,610 millones de dólares en divisas por este rubro, para 2007 se espera una cantidad alrededor de los 4,000 millones. La banca local ya promociona préstamos en esta moneda apostándole a una estabilidad cambiaria a causa, según ellos, de un crecimiento de las divisas que por la fuerte emigración, no apunta a detenerse. Pero el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ya dio la voz de alerta, la economí­a guatemalteca depende enormemente de las remesas familiares, el monto recibido este pasado 2006 ya representa el 10% del Producto Interno Bruto del paí­s. Por supuesto, nunca puede ser una mala noticia que nuestra nación incremente su recepción de divisas, el problema es la manera en que se está dando. El hecho de que nuestro paí­s

Guillermo Wilhelm

esté incrementando sus ingresos a causa de exportar población, y no bienes y servicios, pone de relieve el alto riesgo de que este caudal económico inicié su sequí­a de un momento a otro al depender de legislaciones ajenas. Hasta ahora Estados Unidos no cuenta con un marco jurí­dico que frene la inmigración, pero este esfuerzo está ya plasmado en la HR4437, un proyecto de ley que «pegó» en la Cámara Baja como un instrumento efectivo para detener ese flujo humano que se interna territorio estadounidense.

Yo en ningún momento he puesto en duda que en Estados Unidos habrá una reforma migratoria que permita la legalización, quizá no de todos, pero sí­ de un porcentaje significativo. La legalización representa un bálsamo para esas familias separadas por la distancia y la necesidad, pero al mismo tiempo, si se incluyen los términos nocivos de la HR4437 en la nueva legislación, esto indudablemente se convierte en el techo a la curva de crecimiento que ha caracterizado al ingreso de divisas constituido en las remesas . ¿Me explico?, por un lado la legalización en masa podrí­a permitir a muchos inmigrantes en ese paí­s llevarse a sus familias para que vivan con ellos, lo cual eliminarí­a la principal razón por la que enví­an dinero a casa, esto automáticamente rompe el ví­nculo económico con el paí­s de origen, por otro, los ingredientes letales de la HR4437 evitará que otros potenciales grupos de emigrantes sustituyan a aquellos, que con la legalización, se estarí­an integrando con todo y sus familias a la sociedad norteamericana. Para ilustrar lo anterior, hasta ahora no he encontrado mejor ejemplo que lo sucedido en Turquí­a, cuando una ley de grandes alcances en Alemania, principal destino de los turcos, permitió que los nacionales del paí­s musulmán se reunieran con sus familias en el paí­s receptor. Esto provocó en Turquí­a la desaparición de más de la mitad de las remesas en un término de dos años. Las condiciones en que Estados Unidos apunta a modificar su legislación migratoria, no serán iguales a lo que se hizo en Alemania, pero esto no quiere decir que el panorama no esté marcado en el horizonte. La legalización acompañada de la HR4437 es ese techo. Considero que alrededor de unos tres años de que se apruebe la nueva ley, estaremos observando una declinación de este ciclo económico que en su momento permitió de manera directa frenar la pobreza en nuestras comunidades rurales, y por supuesto, el precio barato del dólar también será historia.

Continuará