Aun enterándonos que pasando sobre la ley, casi todos los secretarios de los partidos políticos abusivamente iniciaron sus campañas políticas, contraviniendo así lo preceptuado en la misma.
En una ocasión anterior y cuando UCN, perdió las elecciones presidenciales; habiendo cooptado la mayoría del Congreso, de lo cual se aprovechó para crear uno de los congresos más corruptos de la historia guatemalteca, en donde nada pasaba si no había la respectiva retribución económica. Serrano no supo ponerse los pantalones y ante una elección que pensó le venia del cielo, prefirió adaptarse a el sobre bajo la mesa. Fue la astucia del entonces procurador de los derechos humanos Ramiro de León Carpio, quien con la accesoria del beliceño Telesforo Guerra K, hicieron lo que quisieron y una serie de corruptos que hoy nuevamente aparecen mostrando su imagen, quienes se y enriquecieron a su círculo de amigos, ya principian a saborearse la continuación de lo que no consumaron totalmente, y era esquilmar hasta lo último.
Digo Serrano no se puso los pantalones, pues la intención era hacer cambios en la política de gobierno, de los cuales el pueblo esperaba todo, inclusive el que esta escribe, que aceptó la gobernación Departamental, condicionada a que todo lo que se ejecutara sería claro y en beneficio del Departamento, pero ante su obsesionante y quizás aberrante creencia de ser un predestinado, solo se dedicó a enriquecerse.
Ahora aparece el segundo gobierno con un congreso similar y del cual quieren seguir formando parte los que han corroído las funciones que el Congreso debe tener. Si así es ahora que se atropellan todas las leyes, qué podrá esperarse en el futuro, en el cual hasta Secretarios Generales que utilizaron fondos mal habidos para continuar con su proselitismo, transando con el que fuera necesario.
Como un complemento y en defensa de Julio Lowenthal, quien es y siempre será un tipo de los que se salvan en su paso por el Congreso, la actuación de su hijo nada tiene que ver con su personal trayectoria y que se dice, cuando los polluelos abandonan el nido ellos y solamente ellos deben ser los responsables de sus actos.