Nuevamente los maestros vuelven a la carga con sus pretensiones de irse a la huelga en demanda de un aumento salarial.

La semana pasada realizaron una marcha de protesta con pancartas ofensivas, especialmente hacia la persona de la ministra de Educación, Marí­a del Carmen Aceña, pues la mostraban semidesnuda y era acariciada supuestamente por el presidente de la República. A pesar que la maestra Rosa Anabela Palacios, de la Secretarí­a de la Mujer del Sindicato de Trabajadores de Educación de Guatemala (STEG), se aproximó a sus colegas que portaban la pancarta, les hizo ver la falta de respeto hacia la mujer, pero los «maestros» no le hicieron caso y continuaron la marcha con la pancarta.

¿Qué podemos esperar de esa clase de «maestros» que recurren con métodos indignos? En lugar de dar un ejemplo digno a sus alumnos como mentores, se pintan en cuerpo entero como unos patanes, ya que desgraciadamente se dejan manipular por el desprestigiado dirigente magisterial Joviel Acevedo, quien ha hecho mancuerna con el dirigente sindical Nery Barrios, presidente de la Unidad de Acción Sindical y Popular (UASP), sindicado de apropiarse de millonaria cantidad de dinero que varios campesinos le dieron para que les comprara una finca para trabajarla, pero el señor Barrios los engaño y se clavó el dinero.

Estoy seguro que dentro del gremio de maestros hay muchos que son personas dignas y son merecedoras de un buen aumento salarial, que no se prestan para las maniobras sucias de Joviel Acevedo, pero por desgracia, no tienen el valor de enfrentársele y se convierten en comparsas de él. Mientras los maestros sigan aceptando ser manipulados por Acevedo, el desprestigio de ese gremio cada vez se hace sentir más, porque no hay una voz que resurja y ponga en su lugar a esa dirigencia corrupta, que solo ve el derecho de su nariz.

Para el dí­a de mañana se espera que los maestros realicen una multitudinaria manifestación en demanda de un aumento salarial, ese es el pretexto; Joviel y sus secuaces, lo que buscan es demostrar que tienen poder de convocatoria para colocarse en alguno de esos partidos polí­ticos, y así­ poder optar a un escaño en el Congreso de la República, imagí­nense ¿qué clase de padre de la patria puede ser Joviel?

Señores maestros, abran bien los ojos y empiecen a depurar de sus filas a esos aprovechados y corruptos pseudo dirigentes, que lo que hacen es manchar el buen nombre que tienen la mayorí­a de maestros y reconquisten su prestigio.