El Presidente de la República particularmente, espera con ansiedad la Reunión del Banco Interamericano de Desarrollo BID. Parece ser que para don í“scar Berger esta reunión es una catarsis, quizá hasta una forma de lavarle la cara a la administración después de los desaguisados de hace dos semanas, un doblete de asesinatos no aclarados, hasta hoy, que han creado un ambiente sórdido en el país. Sin mayores cambios todo parece irse tranquilizando al menos en la periferia y dos protagonistas se volverán a dar abrazos entre dimes y diretes, los presidentes Saca y Berger, éste último parece haberse quedado con la suya, se hizo de oídos sordos a críticas, comentarios y sugerencias.
La reunión del BID en Guatemala le abre expectativas al gobierno para recibir un espaldarazo del Organismo Internacional de Crédito, estamos hablando de 229 millones de dólares para financiar una pequeña salida a nuestro subdesarrollo. Supuestamente los créditos van dirigidos a temas sustanciales que impulsen el desarrollo económico y social en actividades como la reducción de la violencia, el equipamiento de los hospitales, el apoyo a la infraestructura para la productividad, la inversión en el mega proyecto «Salvemos Amatitlán» y un fondo para Reformas a la Administración Financiera del Estado.
El problema de estas reuniones monstruo que agrupan a miles de participantes detrás de dos o tres señorones, puede ser llamarada de tusas o eventualmente tener efectos reproductivos beneficiosos. Lo novedoso que se dice de esta reunión por parte de los personeros del BID, si es que no es sólo del diente al labio, se refiere a la idea de abrir la discusión para salir del marco teórico y llegar a la práctica, a lo realizable.
La participación de algunos personajes sin duda hacen el evento atractivo y es un anzuelo para atraer a los inversionistas, empresarios de Europa y Latinoamérica que buscan oportunidades para ganar dinero, ese es su objetivo en la vida, lo cual es aceptable siempre cuando vean detrás de esa primera intención que el banquete va a alcanzar para todos incluyendo aquí a los que hoy no tienen nada. Según los datos de los organizadores el número de invitados entre el Gobierno y el BID pasa de los cuatro mil. Financistas importantes como el presidente de Televisa señor Azcarraga y el Secretario del Tesoro de los Estados Unidos señor Paulson, narrarán sus experiencias. A la cita en forma paralela asistirán Jefes de Estado de Centro América, el Caribe y Chile que no desperdiciarán, como es lógico, llevar agua a su molino en beneficio de su propia agenda ante los principales del BID.
Es importante que nuestras autoridades sin olvidar las cortesías como organizadores vean el evento no para lucirse como anfitriones sino como los representantes de una comunidad pobre pasando por un momento de crisis dentro de su inveterada pobreza invocando justicia y solidaridad, aprendiendo de las experiencias de otros países como es el caso de Chile y no extendiendo la mano con cara triste como mendigos. En todas estas reuniones hay siempre un «petit comité», los que cortan el pastel o ayudan a cortarlo. Esperamos que Guatemala tenga bien claras sus prioridades para obtener para el país las mejores condiciones, tomando en cuenta que no hablamos de regalos sino de préstamos que habrá que pagar. Está muy bien que como anfitrión se beneficie de las actividades de turismo y consumo, pero es más importante saber qué es lo que queremos. Sería interesante conocer a treinta y seis años plazo cuáles fueron los resultados de la reunión de 1971, aparte de las zalamerías, aplausos y lucimientos que los personajes gubernamentales gozan en esas reuniones.
En relación a la visita de la presidenta Bachelet, Chile es un país que tiene mucho que aportar en ejemplo de desarrollo, que casi lo está llevando o ya lo llevó a salir del tercer mundo siguiendo su propio paso. No se conocen mayores detalles del Tratado de Libre Comercio con Chile con quien comerciamos desde hace años, es importante preguntarnos qué podemos ofrecer además de azúcar a Chile que tiene un Tratado de Libre Comercio muy exitoso con los Estados Unidos de América.
Por otra parte la visita del señor José Miguel Insulza, Secretario de la OEA, debe ser aprovechada. Una Convención Interamericana contra la Corrupción viene a ser un proyecto que brinda espacio a los Organismos e Instituciones que en Guatemala se asfixian dentro de ese subdesarrollo que nos impide salir de ella: Corte Suprema de Justicia, Ministerio Público y otras entidades pro transparencia. El Secretario General de la OEA trae en su agenda la propuesta de esa Convención.
En resumen, la Asamblea de Gobernadores del BID más que motivo de jolgorio y de feria debe ser aprovechada, al máximo, por el Gobierno sabiéndole poner nombre y apellido a los proyectos que de ella surjan y explicar sus beneficios a los connacionales, por ejemplo cómo y para qué van a ser utilizados cien millones de dólares en Reformas a la Administración Financiera del Estado. Enhorabuena si de esa buena administración vendrán beneficios para todos los guatemaltecos impidiendo el robo de los dineros del Estado, dineros del pueblo.