R E A L I D A R I O (DLIX)


René Leiva

Hombres de tuza. Altos personeros del Comité Nacional para la Reducción de Estallidos Sociales (CONRES), que pidieron el anonimato, descartan de plano que durante 2007 vaya a ocurrir algún tipo de estallido social, no obstante el clima electorero, la violencia criminal, la falta de acceso a la tierra, a medicamentos y equipo hospitalario, entre otros problemas y dificultades ya endémicos en el paí­s de la eterna llamarada de tusas. Los directivos de CONRES consideran que factores como la horchata en las venas en lugar de sangre, el consumo masivo de Valeverguina 500 Forte, la amnesia histórica, la sumisión ancestral, la ignorancia y la apatí­a polí­tica, serí­an algunos de los frenos e impedimentos para que los problemas y complicaciones sociales lleguen a estallar, no obstante la gran carga explosiva que contienen, llegando apenas a lo aludido, una que otra llamarada de tusas aquí­ y allá, como relámpagos sin trueno ni rayo, siempre según los técnicos de CONRES. Así­ que las autoridades pueden seguir tranquilas y contentas. Somos hombres (y mujeres) de tusa.

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Abstinencia y utopí­a. En Abstencionistas Anónimos tenemos en estos momentos a un equipo de especialistas, a marchas forzadas, que analiza el recién horneado fenómeno polí­tico-electoral Rigoberta Menchú-Winaq-Encuentro por Guatemala, estudio que forma parte de nuestras ya tradicionales investigaciones minuciosas para valorar cualidades y circunstancias sobre determinados personajes, grupos o hechos concretos en materia eleccionaria. Pero queremos dejar claro que en Abstencionistas Anónimos no nos dejamos impresionar por (casi) nada, pues nuestra capacidad de asombro se encuentra virtualmente agotada debido a relevantes hechos, aberrantes, acaecidos a lo largo de al menos los últimos seis gobiernos y otras tantas elecciones generales y coroneles. Nuestra postura consecuente sólo podrá cambiar cuando al menos dos (2) gobiernos sucesivos en verdad sean del pueblo, por el pueblo y para el pueblo. Utopí­as aparte.

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Transplante de inteligencia. No somos pocos los ciudadanos comunes y corrientes que no terminamos de comprender cómo es posible que se hable de inteligencia civil, e incluso de una Dirección General (sic), cuando es sabido que la inteligencia ha sido monopolio, concesión y privilegio exclusivo del fuero militar, que son los castrenses quienes han detentado la utilización de dicha potencia, o sea la facultad de comprender, conocer y razonar, a la cual los civiles, hasta donde hay constancia, nunca hemos tenido acceso, ingreso o entrada alguna, desde los tiempos de Rafael Carrera, por lo menos. Y como la inteligencia, en su mayor parte, reside en el área conocida como cerebro, cae de su peso que si un civil desea ejercitarla tiene que ser sometido al transplante respectivo; o sea que un militar debe donar su cerebro, con todo e inteligencia, a un civil, pues comprobado está que sin cerebro es imposible que funcione inteligencia alguna; pero a la vez, por elemental reciprocidad, el cerebro del civil debe ocupar el lugar del militar, en una especie de traspaso mutuo, transposición o transferencia recí­proca, con lo cual ambos ganarí­an y la inteligencia podrí­a ser puesta a prueba en ambos sectores, el militar y el civil, aunque del primero existe mucha documentación e información a lo largo de por lo menos un siglo. Y ahora con la tecnologí­a de punta el transplante de inteligencia, cerebro incluido, es casi un juego de infantes. Sólo de tal manera puede entenderse eso de inteligencia civil, con todo y Dirección General (sic).

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Tic. Nunca se hace más densa la oscuridad del entendimiento como cuando se juntan las mentes más brillantes.

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No me barajen. Si algo me produce pánico, terror y espanto indescriptibles e inexpresables es que mi nombre se vaya a barajar dentro de un conjunto de apelativos que no guardan afinidad alguna. Tiemblo y sudo sólo de pensar que mi nombre pueda ser incluido a manera de carta o naipe de baraja, mezclado con otros y alterado su supuesto orden por varias veces, así­ como hacen los tahúres en actos de habilidosa prestidigitación. Es inaceptable para mí­ la eventualidad de estar mi nombre (modesto) comprendido en un conjunto de posibilidades que me son totalmente ajenas y extrañas. Pido, exijo, reclamo que mi nombre no lo barajen, así­ sea en el mejor intencionado contexto. Por piedad.

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Mala Guate. Narcos, pandillas, paramilitares, sicariato, el crimen organizado o desorganizado con tentáculos y cabeza en la polí­tica y el Estado. Estamos en pleno proceso de guatemalización, guatemalizados.