El lenguaje de las (los) bebés


Desde el claustro materno el feto comienza a manifestarse en «su lenguaje», cuando cada movimiento, cada «patadita» representa una forma de expresión: gustos, incomodidades, las emociones diversas que experimenta la madre recibidas en la gestación, e incluso, cuando está próximo a nacer. Confieso que ignoro si hay tratados para protegerlo desde ese momento. Reitero, esto es producto de observaciones personales.

José Antonio Garcí­a Urrea

Al nacer, eso sí­ lo he leí­do (parece que está enmendado), el recién llegado a la vida sufre la primera agresión de luz y de sonido producido en la sala de partos, luego la nalgada para que llore, esto a nivel nacional. Después llega el lenguaje del llanto: cuando tiene hambre, cuando está mojado o de lo otro, por cansancio de una postura, hasta de una pulga que lo pique. Este lenguaje es necesario que lo aprendan los miembros de la familia y quien lo «chinee». Ahora bien, ¿las leyes al respecto lo protegen cuando él no puede hacerlo? Se me ocurre entonces la necesidad de desarrollar cursillos al respecto a nivel de paí­s, así­ como se hace con las comadronas rurales, e incluso ellas pueden adiestrar en estos menesteres a los familiares del recién nacido.

Va pues, mamás, papás, y demás familia y niñeras, a aprender el lenguaje de los recién llegados a este mundo, y posteriormente de los dos años y cuando empiezan las jerigonzas.

GOTITA: Cuando se habla de que hay vida en Marte, muchos creen que es porque se ve a un montón pateando una pelota.