Acisclo Valladares Molina ha tocado una tecla neurálgica de la capital de Guatemala en página editorial de elPeriódico en el número dos de sus artículos sobre el puente Belice, 210207 página 14.
Acisclo describe partes del estudio que se llevó a cabo sobre el puente Belice, que ya tiene más de 50 años de haberse construido, en el que se llegan a «más que preocupantes conclusiones sobre la situación en la que se encuentra y ?lo que es más grave- en que se encontraría incluso después de reparado si se limitasen las reparaciones a las que el propio estudio recomienda.»
«El puente ?así dicen las conclusiones- no resistiría el congestionamiento si se diese por vehículos pesados en ambas direcciones, por lo que se llega a la solución ’técnica’ de que se usen básculas para controlar el peso de esos vehículos, antes de que crucen…»
Una causa es que la Calle Martí es uno de los problemas álgidos de los gobiernos municipales en la capital de Guatemala que han sido abandonados por el equipo que tiene más de veinte años de estarse rotando puestos en el palacio de la loba. En veinte años han hecho de la capital un caos y se han comido un tamalito con los pobres para nochebuena.
La cantidad de vehículos que a diario recorren la Calle Martí es inconmensurable. A esta arteria deben inyectarse los torrentes vehiculares de la capital que van hacia la gruesa cantidad de colonias que están dentro de la zona seis, Chinautla y después del puente Belice en zona 18, así como todo el tráfico liviano y pesado que va y que viene de todo el Nororiente, incluyendo las Verapaces.
El caudal económico que depende en gran medida del paso por el puente Belice es incuantificable a simple vista. Sin embargo, el paso alternativo que podría ser desde Ciudad Nueva hasta pasado el puente Belice, sin atravesar el puente, ha sido tapado debido a los intereses del tercer mejor alcalde del mundo. Cerraron ?con pared y razor ribbon- varias calles para construir un edificio multifamiliar y cerraron totalmente el paso de la zona dos a la zona seis, en lugar de habilitar lo que estaba planificado por alcaldes anteriores.
Nadie, pero nadie atiende en la Municipalidad los casos de flagrantes robos de calles y predios municipales realizados o amparados por este equipo. Jueces de tribunales se han alineado y sentencian en contra de los intereses reales de los vecinos sin respetar en su plenitud su derecho de propiedad y de circulación. ¡Dictadura edil!
¿A quién puede acudir un ciudadano para defender las arbitrariedades que realiza la Municipalidad en contra de la población capitalina? Hay casos a simple vista, como el antojadizo cierre de calles que unían a la zona dos con la seis lo que, repito, era anteriormente el vínculo vehicular y peatonal entre las dos zonas y la vía alternativa para descongestionar la Calle Martí y el puente Belice.
Por la razón de las calles abusivamente cerradas, los habitantes de decenas de colonias de la zona seis únicamente pueden entrar o salir por la trece y la catorce avenidas en donde se vuelven a diario unos nudos vehiculares monumentales que ni siquiera mencionan los medios de comunicación.