Carta a la SAT


La SAT da muchas sorpresas. Actualmente Abadí­o, ex superintendente de administración tributaria, está siendo juzgado por los tribunales; cuando Willy Zapata era el superintendente, ante el Congreso, con toda honestidad, dijo que su salario mensual era de Q100 mil aproximadamente; cuando se iba a formar ese ente, se pidió a las universidades que nombraran un representante para presentar un proyecto de clasificación de puestos y salarios, esa comisión recomendó que la mayorí­a de puestos fueran ocupados por profesionales o estudiantes con pénsum cerrado de las diferentes ramas que necesitaban, con sueldos adecuados (no de Q100 mil), para evitar en parte la corrupción…

Héctor Luna Troccoli

En fin, hay muchas cosas que contar pero el espacio es reducido. Sin embargo hay algunas anécdotas vivenciales que me gustarí­a exponer brevemente; el Muso Ayau era y creo que aún es, de la opinión que las aduanas no debí­an existir porque son fuente de corrupción; un abogado, le pidió a un ministro de finanzas que lo nombraran vista de aduanas porque allí­ ganarí­a más; cuando trabajaba en finanzas fuimos a levantar un acta a la antigua aduana y escuché claramente cuando un vista le dijo a otro «mirá, vos, aunque sea un ladrillo de esos que están ahí­ llevate, porque aquí­ no se vale salir con las manos vací­as».

Lo anterior viene a colación porque por mucho que se pregone honradez no basta decirlo, sino comprobarlo y la semana pasada viví­ un verdadero calvario para sacar mercaderí­a de la Aduana del Express Aéreo que se maneja a través de COMBEX. En los dos enví­os recibidos el o los vistas que «revisaron» el contenido se «hueviaron» doce piezas de mercaderí­a lo suficientemente pequeñas para que pasaran inadvertidas.

Fue esta mi primera experiencia por lo que compadezco a los miles de importadores que pasan este calvario, sin que las autoridades superiores de la SAT combatan esta corrupción, ya que de nada valen cámaras colocadas en el lugar, cuando los vistas tienen una y mil maneras de hacer esos robos y de nada sirve presentar una denuncia ni en la SAT ni el MP porque la cosa quedará igual. Eso si tuve que pagar cerca de Q10 mil en impuestos parte de los cuales seguramente se los levantarán otros funcionarios. A la SAT lo que le interesa son los ingresos, no las cosas «banales» como la corrupción y la sobrevaloración de mercaderí­as.

Quisiera mandar un mensaje especial a los vistas que son honestos para felicitarlos, porque la corrupción depende más que nada de la condición humana y la moral y educación de cada quien y sobre todo conocer en el fondo de su corazón que legarán un apellido sin mancha a sus descendientes y caminarán con la cabeza erguida, en tanto, los ladrones y sus cómplices se los va a llevar la… mala suerte.