Muchas de las ominosas predicciones que sobre el futuro de la humanidad se han hecho, al final de cuentas y, a Dios gracias, no se han cumplido.
Esta vez, sin embargo, la cosa sí parece ir en serio y el calentamiento de la Tierra ya se está cumpliendo y vendrán sequías con la consecuente y severa escasez de agua.
En ese sentido es alarmante la declaración del Premier Peter Beattie de Queensland, Australia, anunciando que a consecuencia de la sequía récord que sufrió ese continente, los niveles de las reservas de agua habían descendido severamente. Por ello fue que se tomó la decisión de reciclar el agua de los desagí¼es para hacerla bebible. Luego de su anuncio, el Premier hizo el siguiente comentario: «son éstas, muy feas decisiones, pero usted o toma agua, o se muere» (These are ugly decisions, but you either drink water or you die. TIME, 12 Feb.07)
En Australia, habrá que beber agua de los desagí¼es, aunque será reciclada, pero, en Guatemala ¿acaso tenemos cómo reciclarla? Es cierto que la mayoría de los chapines están acostumbrados a beber agua contaminada, por lo que el verdadero problema es que aún el agua con caca, se va a escasear sobre todo ahora que se viene la sequía por los calores de marzo y abril.
Urge hacer algo, pero, mientras el gobierno revolucionario de d. Rigoberta decide pedirle a todos sus paisanos que ya no corten más árboles y que siembren y siembren más y más para que así llueva y llueva más y crezcan los ríos, nosotros, los aburguesados, habremos de ahorrar agua desde ya. No desperdiciemos el agua. No manguereemos carros ni los garajes, reguemos menos el jardín y no desagí¼emos el agua del inodoro por una simple orinadita. Pero?.¡¡hagámoslo ya!!
En ese sentido, cuando uno contempla la cantidad de inodoros que se están instalando en cada uno de esos edificios multifamiliares de la zona 14, puede imaginarse la cantidad de agua que se desperdicia en esas orinadas. Don ílvaro debería obligar a que en las nuevas construcciones se instalen mingitorios en todos los cuartos de baño.
Para nosotros los aburguesados, los acostumbrados a prolongados y sabrosos regaderazos en agua tibia, es desagradable encontrarnos a nuestro ingreso un inodoro con el agua amarilla, y por eso es que después de una orinada, automáticamente lo desaguamos. Pero, Guatemala ya no está para esos lujosos tafetanes que, a muchos otros, les raciona el agua para beber.
Ese ruido que hace el agua que del inodoro se va al desagí¼e después de una vulgar micción, habrá de recordarnos el clamor de un niño que pide agua porque tiene sed. A propósito, para que la cosa no se vea amarilla, hay por ahí un producto Pato Purific que se echa en el inodoro y colorea el agua de azul, no deja ver lo amarillo y evita el mal olor.
Ahora que ya se vino la cuaresma, los sacerdotes en sus homilías deberán exhortar a los fieles para que no desperdicien agua y es más, deberán incluir como nuevos pecados mortales el desaguar después de orinar y el usar la manguera para lavar carros y garajes.
Estaremos pues desde mañana miércoles 21, que es Miércoles de Ceniza, muy atentos a los sermones en las iglesias de la zona 14 y ya veremos si el Cardenal Rodolfo y el Nuncio Bruno le cuentan a sus feligreses que ellos ya están cumpliendo con este nuevo mandamiento: «No echarás el agua».