Diputaciones


Nada nuevo es la existencia y funcionamiento, esto último le concedemos el beneficio de la duda, de diputaciones distritales y del listado nacional. Tampoco es nada nuevo que dicha taxonomí­a data de varios años atrás, en materia de legisladores en nuestro paí­s, donde sucede de todo.

Juan de Dios Rojas
jddrojas@yahoo.com

Del mismo modo resulta que el número de congresistas creció demasiado, a capricho y satisfacción de tanto engolosado polí­tico que busca con empeño digno de mejor suerte, ocupar los escaños en el edificio de la 9a. avenida y sus anexos. Apuntan las cosas a que el numerario prosiga igual.

Conclusión, en tal sentido aunque la oferta de diputaciones es amplia, innecesaria a juicio también mí­o, la demanda viene a ser desaforada, año con año coincidente con las elecciones generales. Quien no percibe la euforia, ambición y demás entretelones de muchí­simos interesados.

Nadie puede negar cómo en la actualidad, a pocos meses ya del evento cí­vico, calificativo ahora muy distante, se mueven enormes candidatos en la balanza. Tampoco es para menos ocupar el cargo, tanto que las aguas procelosas de La dama de las camelias, digo polí­tica, arrastran cuanto pueden.

A tal extremo de codicioso viene como anillo al dedo arribar al Legislativo, que ponen en práctica dichas piezas al decir que el hombre es lobo del hombre. Los candidatos en potencia o en lista llevan dos corrientes, a saber: quienes buscan una vez más la reelección, y de nuevo ingreso.

Pero las cosas van más allá de nuevo, por cuanto el esquema alcanza una reedición, a la luz de sus influencias, el caso evidente lo conforman algunos miembros del Ejecutivo. Prefieren renunciar de inmediato con miras a conformar alguna de las primeras casillas de la papeleta, ¿qué tal?

En pocas palabras vemos a las claras agitación desmedida tocante a conseguir a cómo de lugar las diputaciones por encima de cualquier pronóstico o creencia; abundantes especulaciones las hay. Allí­ se hace fortuna y el puesto se torna eterno, según experiencias fehacientes para algunos afortunados de la suerte.