A finales de 2005, en Retalhuleu me abordó alguien para preguntarme si yo trabajo para el Diario La Hora y le expliqué que no es así. Le conté que se me da un espacio en las páginas editoriales y que no tengo relación alguna con el diario o con sus ejecutivos. Sin embargo insistió en explicarme cuál era su punto y me preguntó si yo tendría el valor de publicar sobre los dos mil doscientos millones de quetzales (Q.2,200,000,000) cerca de US$288 millones que el gobierno de í“scar Berger Perdomo transfirió o trianguló a Ricardo Castillo Sinibaldi ?de los propietarios de la Cervecería Centroamericana- por medio de Xetulul, lo cual ellos ya publicaron en su revista retalteca.
Me quedé de una pieza y le dije que denunciarlo no es cuestión de valor sino obligación ciudadana, le di mi correo electrónico personal y le pedí que por favor me enviara copia de la publicación y que yo con mucho gusto la trasladaría a los lectores de La Hora. El correo lo recibí algunos meses después pero no era muy legible y decidí hacer un viaje a Reu para abocarme a los editores de la revista. Sin embargo, entre pitos y flautas no me he dado el tiempo para dar una vuelta por allá.
Pido a los investigadores del Observatorio de Gasto Social del CIIDH (Centro Internacional para Investigaciones en Derechos Humanos) o similares que realicen una investigación exhaustiva de lo que aquí se apunta, porque mi relato es verídico y debe probarse. Pedírselo al Ministerio Público o a la Contraloría de Cuentas de la Nación sería amarrar perros con longanizas o salchichas.
Xetulul, hasta donde se puede inferir, es una empresa comercial u Organización No Gubernamental (ONG) lucrativa que tiene una multimillonaria recaudación mensual impositiva eslabonada al IGSS, con poderosos e inmorales privilegios gubernamentales y que obtiene ganancias abusivas que esfuman y paran en un archimillonario agujero negro sin fiscalización conocida. Todo esto tiernamente enmascarado de «función social para los trabajadores». «Â¡Todos ganamos!» Diría el simpático presidente guatemalteco.
No es lejano que esas movidas financieras estarían atadas a las «quiebras» de los bancos, al dudoso manejo del presupuesto gubernamental de 2006, a la unificación bancaria que pretende establecer únicamente tres bancos finales, según dicen en corrillos y… a financiamientos electorales. Las élites o minorías económicas rectoras tienen planes serios para el desfalco total al Estado de Guatemala, el cual integra a la población, la geología, la economía, el poder y el gobierno. Ya hay varios partidos políticos alineados. ¿Estará «la Nineth»? Respóndase el lector.
En Guatemala no ocurrirá el fenómeno del crac por superproducción y reducción del consumo como en 1929 en los EE.UU. La planeada superproducción guatemalteca se venderá en los mercados norteamericanos, asiáticos y europeos, mientras probablemente dentro del grueso de la población miles morirán por contaminación acuífera y otros tantos de hambre por los anunciados efectos del cambio climático y la falta de oportunidades para la sobrevivencia.
¡Parece que los chapines no logran abrir los ojos!