Tropas sirias arrojaron gases lacrimógenos y dispararon contra decenas de miles de manifestantes que exigían la caída del régimen sirio en varias ciudades, matando al menos a una persona, dijeron activistas.
Las protestas, que se han convertido en un ritual semanal tras las oraciones de hoy, se produjeron horas después que una bomba estalló en un oleoducto en el oeste del país, provocando un derrame petrolero en un lago. La televisión estatal atribuyó el «ataque terrorista» a un grupo de «saboteadores».
El Observatorio Sirio por los Derechos Humanos, con sede en Londres, dijo que los soldados abrieron fuego en la ciudad mediterránea de Latakia, donde mataron a por lo menos un manifestante.
Los Comités de Coordinación Local, que también registran las protestas antigubernamentales, confirmaron la muerte y dijeron que un segundo manifestante murió en un enfrentamiento con las fuerzas de seguridad en la ciudad sureña de Daraa.
Los soldados golpearon a manifestantes en la ciudad de Banias, en el noroeste, y dispararon gases lacrimógenos en varios otros sitios. También hubo marchas en los suburbios de Damasco pese a una intensa represión en los últimos días.
Los grupos de oposición han denominado las protestas de los viernes «Tu silencio nos mata», en un intento por movilizar sectores de la población que todavía no se han sumado a las protestas y a los líderes árabes que permanecen en silencio ante las acciones gubernamentales en Siria.
Las autoridades han desencadenado una brutal represión en un esfuerzo por aplastar la revuelta contra el presidente Bashar Assad, y los activistas dicen que más de 1.600 civiles han muerto desde el comienzo de las protestas a mediados de marzo. El gobierno las atribuye a terroristas y a extremistas extranjeros.
La explosión fue el segundo ataque a un oleoducto en un mes. El oleoducto lleva petróleo desde los yacimientos de Deir el-Zour hasta una refinería en Banias, el principal punto de exportación del petróleo sirio. La otra refinería se encuentra en la ciudad de Homs.
La televisión estatal indicó que la explosión se produjo en el pueblo de Talkalaj entre Homs y Tartous, cerca de la represa de Tal Hosh, y dejó un cráter de 10 metros (33 pies) de profundidad.
«El ataque terrorista buscó derramar petróleo en las aguas de la represa para dañar los cultivos agrícolas en el área», agregó la televisora
El ministro petrolero Sifian Allaw indicó que 1.500 barriles de petróleo crudo se derramaron en el agua tras la represa.