La vieja economí­a está muerta. La nueva economí­a debe empezar


Luego de otra prolongada hibernación, vuelvo al redil y ¡a la carga! Y hoy quiero comentar la presencia de la juventud en la conformación del Congreso de los Estados Unidos de América en donde, al igual que en Suramérica se inicia un movimiento de retorno hacia las raí­ces de su propia formación, en la que campeaban los valores por la construcción de una nueva sociedad. Allí­ el fenómeno que devuelve el control de ese organismo está fundamentado en la presencia de cerca de 30 jóvenes representantes de entre 25 y 35 años, que han decidido que es necesario terminar con lo que la nueva «speaker» pronuncia la lapidaria expresión de «cultura de corrupción».

Carlos E. Wer

Un movimiento de jóvenes, que muy al estilo sajón combinan el «Bel canto» con la polí­tica, hace su aparición en una prolongada lucha contra el fascismo bushista. Millones de panfletos desenmascarando las polí­ticas imperialistas de la pareja más nociva que ha tenido la historia de ese paí­s, millones de frases de denuncia dentro de una sociedad a la que la habí­a paralizado la manipulación del fatí­dico 9 de Septiembre e impulsado, mediante las hoy conocidas y falsas aseveraciones de informaciones de la inteligencia estadounidense acerca de la posesión, por parte del gobierno iraquí­, de las famosas ADM. El LYM (LaRouche Youth Movement), Movimiento de Juventudes larouchistas, quienes aparte de los Estados Unidos tienen representantes y seguidores en México, en Argentina, en Ecuador, en Francia, en Alemania e Italia, entre otros paí­ses, han logrado hacer llegar hasta el mismo corazón del adormecido Partido Demócrata y su vieja y corrupta dirección (Aló partidos y dirigentes corruptos de nuestros partidos criollos), la señal de ¡basta!

Ese movimiento, que han tenido los valores de, durante la reciente cumbre de Cochabamba, expresar a través de uno de sus voceros que buscarán revertir las nocivas consecuencias de las polí­ticas neoliberales, globalizadoras e imperialistas que se han venido construyendo con la paciencia única de los creadores de ella y que, a pesar de que le faltan aún dos años para cumplir el mandato de la estafa electoral a Mr. Danger, lucharán para hacer posible el que su relación con la América morena sea una de respeto a la SOBERANíA, (LA QUE HA SIDO TRAIDORA Y COBARDEMENTE VENDIDA POR LOS ACTUALES DIPUTADOS), una nueva alianza, en la que sean consideradas apropiadamente las asimetrí­as entre sus economí­as, lo que prácticamente pone a un paso de poder estrecharse en un pacto con los aires bolivarianos que imperan en el sur. Ese movimiento, liderado por el incansable, indomable y antiimperialista Lyndon LaRouche, quien desde hace treinta años de lucha propugnada por la integración de las Américas en un documento que llamara «Los Estados Soberanos de las Américas», ese movimiento irrumpe en el nuevo Congreso estadounidense, con su lapidaria denuncia de un sistema que se ha corrompido hasta la médula (Aló señores Arzú, Berger, Stein y Cia. Limitada), devolviendo a un paí­s que ha caí­do también en la soberbia, buscar en los anales de su pasado, en el que aún aparece, aunque empolvado, el preámbulo de su Constitución Polí­tica en la que responsabiliza al Estado por la consecución del BIEN COMíšN, como también la máxima aspiración de un pueblo.

Ojalá que estas lí­neas pudieran llegar a conocimiento y a la conciencia de los jóvenes guatemaltecos. ¡Juventud chapina: Un mundo mejor es posible!… Y son ustedes quienes serán capaces de construirlo. ¡Hazlo realidad!