Derivado del temblor que se sintió hace como 15 días, resumiré dos versiones con varias recomendaciones acerca de lo que debe hacerse en caso de terremoto. La primera interpretación es seria, para tomarse en cuenta. La segunda, usté dirá.
UNA- Doug Copp ha estado dentro de 875 edificios colapsados y trabajó en grupos de rescate en 60 países. Es experto en el área de mitigación de desastres, de la ONU.
Afirma que en cualquier derrumbe hay 100 % de posibilidades de sobrevivencia, si usan el denominado «triángulo de vida», cuya experiencia fue grabada en un documental, con 20 maniquíes; 10 fueron colocados en lugares que se consideraban seguros, y los otros 10, se ubicaron en el triángulo de vida. Se hizo explotar el edificio: los primeros 10 muñecos estaban destrozados, y los otros, en perfectas condiciones.
Durante el terremoto ocurrido en México en 1985, los niños estaban debajo de los pupitres, muertos y aplastados; pero esos chicos podrían haber sobrevivido si en vez de colocarse bajo los escritorios, se hubiesen acostado en posición fetal al costado de esos muebles.
Para ser más sencillo: cuando un edificio colapsa, el peso del techo cae sobre los objetos o muebles y los aplasta, pero queda un espacio vacío, justo al lado de los muebles u objetos, es el triángulo de vida.
En caso de terremoto no se coloque debajo de escritorios y automóviles. Póngase en posición fetal, en cualquier pequeño agujero, cerca de un sofá o de un mueble grande. Si usted está en su cama y ocurre un temblor, ruede hacia el piso, porque un espacio vacío existe alrededor de la cama. Si está viendo TV y no puede salir, acuéstese fetalmente al lado de un sofá, una silla o mueble grande.
Si se para debajo de una puerta o de una ventana corre más riesgo de perecer, porque el marco cede y usted puede morir aplastado. Si está dentro de un auto, salga del mismo y siéntese o acuéstese al lado del vehículo Use el triángulo de vida.
DOS-En caso de terremoto, salga despepitado y si le da tiempo ayude a sus parientes y amigos. Cuando termine el temblor diga lo de siempre: ¿Sintieron el temblor? Y hágase el muy valiente.
Si la tembladera lo agarró en el inodoro y oye a los chuchos ladrando sin motivo, olvídese del papel y ni se le ocurra lavarse las manos. Si se está bañando y lo agarra un terremoto de 7.3 grados, corra en pelota directo a la puerta de salida. Más vale que los vecinos se burlen de sus adiposidades, con los testículos o las chiches al aire, a que pasen todo el año diciendo «tan bueno(a) que era»
Si está en un sexto piso, primero cálmese, dígale al Señor «en tus manos encomiendo mi alma», porque no le dará tiempo de rezar el Padre Nuestro, y muérase en paz, pero enterito, no por pedazos. Si el temblor lo agarra en la tienda de ropa de un centro comercial, agarre un juego completo de su talla y corra a los vestidores, le aseguro que nadie se dará cuenta que salió estrenando. Si es una zapatería, aprovéchese y agarre tres pares diunavez. Si está a punto de pagar, haga como que ya había entregado un billete de Q100 y pida su vuelto.
Si está en un sótano cuando comenzó la sacudida, ni se preocupe por salir corriendo por las gradas o el ascensor. ¿Para qué si ya todo el edificio se está cayendo? Serénese, póngase en posición horizontal hacia arriba y cruce las manos sobre el pecho. Por lo menos, cuando lo encuentren, los bomberos dirán «éste sí murió en paz». Tal vez le dejen su reloj y su billetera.
Si el temblor lo agarra en casa de la novia, debe demostrar valor. Levántese y organice una salida ordenada y por vida suya no vaya a olvidarse de la abuelita. Agarre a ese cuñadito tan metiche y aproveche la ocasión para darle un buen sopapo. Mejor si empuja a sus suegros hasta que se caigan de bruces, y alega desmedida protección.
Si el temblor lo sorprende a mitad de una lica. Para empezar, quién lo manda ir al cine en momentos de temblores. Pero allí está. Como se va la luz, no vaya a perder el tiempo diciendo que le devuelvan la entrada. Mejor corra, salte sobre los asientos, patee cabezas, toque las nalgas de esa guapota que está para pedirle fiado y no se olvide de llorar si le cae el cielo falso en la cabeza.
Recomendaciones finales: Si trabaja en un edificio alto, siempre ande con una bolsa plástica negra de su tamaño, y cuando comience a temblar métase en ella. Así le ahorra el tiempo a los socorristas y evitará que le gí¼eveen su anillo de graduación. Siempre lleve en los bolsillos comida para chuchos, para que los perros de rescate lo localicen más rápido en los escombros. RIP.