Esa es la actitud de algunos bancos del sistema, ante lo ocurrido con Bancafé que dejó heridas hondas, económicamente hablando entre los cuentahabientes. Existe un despliegue a través de los medios de efecto de publicitar su solidez en primer término.
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La misma trata a toda costa, en mi opinión, de atajar la desconfianza prevaleciente en diversos sectores poblacionales, en resumen usuarios de dicho servicio indispensable. Tienen sobrada razón de defender y velar también por sus intereses y buen nombre.
Llevará tiempo considerable, en virtud que no es así nada más recuperar el crédito y confianza misma. Eso, no cabe la menor duda les quema las pestañas y a la vez nubla las entenderas en instantes considerados una crisis causada de repente.
A estas alturas resulta vox populi, como de verdad sucede, puesto que está de por medio el dinero, que se tienda a retomar acciones todavía recordadas por los abuelos. Cuyo mecanismo consistió en utilizar el colchón para tales menesteres.
Llama la atención poderosamente los desplegados, pautas y campos pagado, efectuados sistemáticamente en los referidos medios de comunicación social. Por aquello de las suspicacias naturales inclusive, reiteran bastante una mejor atención y servicios.
¿Será que participan del fundamental criterio consistente en que quien no anuncia no vende? Tomemos en cuenta el hecho que todo ser humano es un vendedor que oferta una y tantas cosas, dentro de sus capacidades y expresiones conductuales.
Y a mi juicio doblan aquel criterio cuando se trata distinto del título individual y concierne a entidades conformadas por socios unificados en el negocio. Luego entonces les asiste el derecho de curarse en salud, como lo hacen los cuentahabientes en jaque.