A José Carlos lo traté cuando Oscar Clemente participó como candidato a la alcaldí­a municipal, en ese entonces todaví­a era un niño, pero desde esa pequeña edad ya se le miraba su inquietud por la polí­tica.

Ahora, que es todo un hombre con una familia, ha tomado la decisión de participar en la polí­tica partidista como lo hace cualquier ciudadano preocupado por el destino de su paí­s. Ahora, que se ha decidido a participar como polí­tico activo, es ví­ctima de un atentado terrorista, que sabe quién diablos lo ordenó y ejecutó.

Cuando veo estas situaciones, me lamento mucho por Guatemala, porque eso nos demuestra que personas sanas de principios y valores éticos y morales como José Carlos, que han decidido dejar la tranquilidad de su hogar, dejar por un lado sus negocios o profesión, para dedicarle tiempo a la polí­tica, sucedan hechos como el atentado contra José Carlos, porque malos guatemaltecos se encargan de enlodar todo, y es cuando dice uno ¿será necesario sacrificar a la familia y a uno mismo por este paí­s?

Quienes hemos participado en polí­tica partidista, siempre hemos visto el peligro que corren nuestras vidas y las de nuestras familias, porque desafortunadamente todaví­a andan sueltas esas personas que las ideologí­as las combate con balas, porque es su única arma contra la inteligencia.

José Carlos, tendrá que tomar una decisión muy fuerte con la participación de su familia, el continuar o no en la polí­tica. Es una decisión que se debe tomar con mucha tranquilidad e inteligencia, pero que no se debe amedrentar cuando se ha tomado una firme decisión de continuar con esa delicada tarea de hacer polí­tica, estoy seguro que Guatemala necesita, está ávida de ciudadanos rectos, honestos y con mucho valor para sacar adelante nuestro paí­s.

Para José Carlos y su familia, que Dios los ilumine en estos momentos y en la decisión que tomen, cuentan con amigos que los apoyamos. ¡Adelante!