Subsidios al usuario o al empresario (y II)


Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com

El subsidiar de forma directa a los que verdaderamente necesitan ese subsidio es el enfoque que debe adoptarse. Ello puede hacerse dictando una actualización a todos los dependientes de un salario mediante el aumento de la bonificación salarial que en el anterior gobierno actualizamos de Q50 a Q200, incrementando dicha bonificación en Q150; es decir, cinco quetzales diarios, a efecto que el asalariado pueda aceptar un precio real por el servicio que recibe y a su vez los miembros de su familia, que atienden su educación primaria o secundaria, reciban en el establecimiento al que asisten el subsidio en la compra de cupones que les permita en dí­as y horas hábiles, abordar los autobuses urbanos. Con este sistema el gobierno deberá pagar el diferencial en base a los cupones que redima mensualmente del prestatario del servicio. Igual sistema deberí­a adoptarse, mediante un carné de identificación, para las personas de la tercera edad, quienes no tendrí­an limitación ni en dí­a, ni en horas, para usar el servicio de forma subsidiada bastarí­a que los cupones que ellos utilizaran fueran de diferente color que el de los escolares.

Si el actual presidente y actual alcalde metropolitano, que tienen la vivencia y experiencia de haber ejercido el cargo de Alcalde Municipal y el de Presidente, no son capaces de afrontar y buscar en este momento de crisis energética la solución económicamente viable de lo que es el servicio de transporte urbano, quién lo va a hacer.

El transporte extraurbano de pasajeros, de carga, de combustibles, etc., no recibe subsidio alguno y su mercado es un mercado sumamente competitivo. Porqué mantener una diferencia discriminatoria entre quien vive en los municipios y se desplaza a trabajar o estudiar en la capital.

El actual gobierno no ha sabido abordar ninguno de los problemas trascendentes, serí­a un éxito que no legara al próximo gobierno la existencia de un subsidio a los empresarios. í‰xito también serí­a el poder darles el subsidio a quienes realmente lo merecen los asalariados, los menores de edad y los ciudadanos de la tercera edad. Adicionalmente se mejorarí­a el servicio, el empresario se verí­a estimulado a adquirir vehí­culos eficientes que consumieran menos diésel o, mejor aún, que utilizaran combustibles biodegradables producidos por la palma africana o vegetales similares.

No debe continuarse discutiendo y satisfaciendo las pretensiones de los empresarios; ni la municipalidad ni el gobierno central saben o pueden determinar cuáles son los costos reales de operación. El consumo de combustible en un autobús varí­a, dependiendo, del motor, la altura, caja de velocidades, relación de eje, de los sistemas de enfriamiento, eléctrico, del tipo de llantas, de la presión de las llantas, etc., etc. En otras palabras, solo trasladando la carga de ser eficiente al empresario, prestatario del servicio, se logrará rebajar los costos de operación.

La municipalidad de Guatemala está creando el Transmetro, invirtiendo en las ví­as de circulación y realizará una cuantiosa inversión en unidades dobles de su propiedad, al por ser fondos públicos no podrá concesionarlas sin autorización del Congreso. Esta acción crea un servicio propiedad de la municipalidad.

Si la municipalidad ha decidido ser empresario público porqué no convertir el subsidio, que actualmente se le da a los dueños de autobuses urbanos, en pagos parciales que les permitan comprar los ya muy deteriorados buses y así­ eliminar la participación de quienes permanentemente piden subsidios y no mejoran el servicio, pueden hacer una cooperativa donde los pilotos sean directamente los cooperantes de la municipalidad y garanticen un buen servicio a cambio de un ingreso diario y después de cubrir los costos de operación, dividan el saldo el operante y la municipalidad. ílvaro es un ejecutivo, querer es poder.