¿Cómo la pasan y viven los guatemaltecos que están agobiados de grandes carencias? ¿Acaso en su mayoría imploran la caridad pública? ¿Se han cruzado de brazos y esperan donativos a título de sensibilidad social de parte del Estado, o las ONGs?
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Y la contrapartida, en medio de esas crisis severas que los azotan con fuerza la encontramos en otros segmentos privilegiados, donde nada aflige. Con el estómago lleno, gananciales de sus empresas y diversos dividendos de tantas inversiones ¿qué falta?
Además, sucesos impactantes que generan deseos incontenibles porque la justicia, sin medir consideraciones de ninguna índole haga caer el peso sobre sujetos sin escrúpulos ni vergí¼enza, se espera con ansias. Que ahora viven a cuerpo de rey fuera del país.
Es obvio que a pesar de los pesares aunque lamentan con ganas el desvío millonario cometido por ex funcionarios de alto coturro, dineros derivados de los impuestos pagados sacrificando una mil y cosas, tampoco han perdido la autoestima un solo momento.
La gente necesitada de cara al ingenio prevaleciente por fortuna, salen a vender toda clase de artículos, en la confianza que los mismos satisfacen intereses colectivos. Estos componentes de la canasta básica a precios cómodos permiten el sustento propio y de los suyos.
En pocas palabras la economía informal gana terreno en forma lícita. Pequeños negocios caseros, instalados en la puerta residencial, no únicamente en barrios y zonas populares. También funcionan en sitios diversos con afanoso empeño por ganar el pan.
Cuadros humanos vemos a menudo dondequiera, fruto decimos en cualquier esquina o lugar estratégico, ¿empirismo mercadológico? Sea como sea, talleres artesanales abundan, mismos que cubren y satisfacen demandas de la ensanchada población similar a un hormiguero.
Dichas ventas proliferan en vehículos automotores, de tracción humana en bicicletas, en fin, hay de todo para todos. Lo anterior es resultante de las grandes carencias dibujadas en el panorama heterogéneo guatemalteco. En tanto otros derrochan a manos llenas.