Uno de los últimos logros de la guatemalteca Jamy Franco es el primer lugar de los 10 metros marcha en el Walking Challanger Racing de la IAAF celebrado los pasados 10 y 11 de marzo en México; y ahora, la compatriota se dispone a demostrar su hegemoní­a a nivel centroamericano en la primera Copa CADICA de marcha.

La actual campeona de los Juegos del CODICADER se impuso a las atletas mexicanas, demostrando su casta y el buen momento por el que atraviesa.

«Al principio no creí­a que darí­a en la talla de las aztecas, pero al final, no sé qué fue lo que triunfó, si la desesperación o el deseo de sacar adelante el nombre de mi patria», manifestó la marchista.

«El domingo voy por otra medalla de oro, desconozco a las marchistas centroamericanas que vendrán, pero de igual forma, estoy preparada para sacar la casta porque para ello me he esforzado», aseguró Jamy.

En la Copa de la Confederación Atlética del Istmo Centroamericano (CADICA) participarán alrededor de 15 a 20 atletas de Panamá, México, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador (pendiente de confirmar Honduras).

«Vamos a ratificar la calidad de Franco; es una deportista destacada y esperamos que muchas personas tengan la oportunidad de verla competir, así­ como a las otras buenas cartas de presentación, como Luis Garcí­a Bichinni, Julio Martí­nez y í‰velin Núñez», dijo entusiasmado el presidente de la Federación Nacional de Atletismo, Juan de Dios Reyes.

Ejemplo de consistencia

El modelo a seguir para Jamy, siempre ha sido su progenitora, í‰velin Núñez, quien se dispone a conseguir la marca en la prueba de marcha para asistir a los Juegos Panamericanos de Rí­o de Janeiro, 2007.

«Jamy supo lo que es el deporte desde que estuvo en mi vientre, porque siempre me he mantenido haciendo ejercicio. Ya a los cinco años me repetí­a con constancia que serí­a alguien grande en el atletismo», recordó Núñez.

«Cuando comencé en la práctica de la marcha, ella me acompañó, también incursionó y a Dios gracias le gustó y no le ha ido nada mal. Ha logrado casi todos los récords en los Panamericanos Junior, escolares, Centroamericanos y del Caribe», continúo conviviendo la también marchista.

«Siempre le he dicho que se debe de tener constancia, disciplina y en ocasiones, paciencia, porque la ayuda tarda, pero llega. No importa los tropiezos, se cae pero se debe de levantar para continuar adelante. El deporte nos ha dado la oportunidad de convivir más de cerca y estar apegada a mis hijas, para guiarlas en el mejor camino en estos tiempos difí­ciles para la juventud», anotó la progenitora, orgullosa.