El deportivo Marquense viajó esta mañana hacia La Ceiba, Honduras, con la mente puesta en resolver de manera favorable esta noche el tercer lugar de la Copa de la Unión Centroamericana de Fútbol ?UNCAF? ante el equipo local, Victoria.
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El ganador obtendrá el derecho de participar en el certamen de Campeones y Sub campeones de la Confederación Centroamericana y del Caribe de Fútbol ?CONCACAF?.
Ya en partido de ida, que se celebró el pasado 21 de noviembre en el estadio Marquesa de la Ensenada, los leones del Marquense se impusieron 3-0, gracias al doblete de Erick Priego a los minutos 8 y 38, así como de la diana de Ricardo Gutiérrez, a dos minutos del silbatazo final.
El partido de vuelta está programado a las 19:30 horas en el estadio local El Ceibeño.
Tarea complicada
Como tarea complicada, habló esta mañana el Diario La Prensa de San Pedro Sula, en cuanto al resultado de 4-0 global que debe conseguir Victoria ante Marquense.
«Victoria está obligado a vencer a Marquense por idéntico marcador para obligarlo a la tanda de penales, pero si gana 4-0 clasifica automáticamente a la siguiente ronda de la competencia centroamericana», citó la fuente.
«Para muchos la tarea es complicada porque el representativo lechero no ha mostrado sus mejores argumentos en el torneo local, incluso quedó eliminado de toda posibilidad de clasificar a la liguilla, donde había acostumbrado a sus parciales a flamear las banderas azul y blanco en los últimos cuatro campeonatos, inclusive el equipo viene en decadencia, porque ha perdido cinco partidos en forma consecutiva», agregó La Prensa catracha.
«No nos vamos a detener en revisar las estadísticas, lo importante es la actitud que puedan mostrar los jugadores dentro de la cancha y entender que no pueden terminar el año con las manos vacías», declaró al citado medio de comunicación el timonel Jorge Ernesto Pineda.
El estadio El Ceibeño está ubicado en el populoso barrio La Isla, de La Ceiba, Honduras, y cuenta con capacidad para albergar a 15 mil aficionados. Su construcción data de 1961.
El pequeño recinto dispone de localidades donde los amantes del balompié pueden apostar de manera cómoda. Dispone de gradería preferencial de silla que está frente a la parte central del engramillado, para al menos mil espectadores.
Cuenta con sombra sur para 3 mil 500 individuos, sombra norte para 2 mil, y la gradería Lobo, detrás del marco norte, para 2 mil 500 aficionados.
El tendido de sol abarca un gran tramo al costado derecho de la cancha y en su amplia estructura pueden acomodarse entre 5 y 7 mil aficionados.
Uno de los inconvenientes que tendrán que enfrentar los dirigidos por Francisco Melgar es la falta de un sistema adecuado de iluminación, pues el recinto no cuenta con suficientes luminarias existentes en las cuatro torres, distribuidas en los rincones del estadio, los cuales no proyectan la luz necesaria en toda la cancha.