No es cuestión de gustos


Editorial_LH

Algunas personas, entre ellos el insulso Secretario General de la Organización de Estados Americanos, sostienen que hay que dejar participar a todos en una contienda electoral y hasta dicen que se está afectando la diversidad de la oferta y se afecta a corrientes que pueden ser interesantes.

 


Pero el problema aquí­ no es de gustos sino de cumplir con lo que establece la Constitución de la República que consigna requisitos para optar a la Presidencia de la República e impedimentos para aspirar a dicho cargo. Evidentemente mucha gente no entiende esa cuestión fundamental y por eso algunos hablan de sandrofobia como razón para cuestionar la candidatura de la UNE y otros dicen que la derecha más ilustrada pierde con la no inscripción de Caballeros, pero obviando el debate sobre el tema legal que es aquí­ fundamental.
 
 Indudablemente hay personas que actúan por cuestión de gustos, tanto a favor como en contra de los candidatos que han enfrentado problema. No se puede negar la existencia de alguna corriente adversa a la señora Torres por pura antipatí­a, así­ como también hay otra que la apoya por pura simpatí­a. Lo mismo pasa con Caballeros, puesto que siendo figuras públicas en la arena polí­tica siempre habrá simpatizantes y detractores. Pero lo que no puede ser es que el debate estrictamente legal, el debate sobre la procedencia constitucional de las candidaturas, se contamine con expresiones de simpatí­a o antipatí­a o por pura cuestión de gustos.
 
 Para bien o para mal, la Constitución de la República establece, claramente, cuáles son requisitos indispensables y prohibiciones insalvables. Una persona menor de 40 años no puede optar al cargo, aunque algunos digan que con ello se veda el derecho a elegir y ser electo y por cuestión de edad pueda quedar sin expresión una corriente polí­tica. De suerte que aunque Insulza diga que deben participar “todos”, es obvio que eso no es legalmente posible y aunque haga rabietas ese personaje, lo debemos mandar con su música a otra parte.
 
 Ocurre que quienes actúan motivados por sus sentimientos, creen que todo mundo es igual y por ello no tienen capacidad de entender análisis y cuestionamientos que se hacen desde el punto de vista legal y asumen, por supuesto, que cualquier oposición es producto de una antipatí­a o de una fobia contra alguna persona, tal y como lo han expresado varios comentaristas.
 
 Nosotros no podemos ser saltimbanquis y así­ como nos opusimos tajantemente a la candidatura de Rí­os Montt en su momento, ahora también demandamos respeto a la norma constitucional. Si fuera de simpatí­as o intereses, harí­amos como otros que ahora reniegan de cómo en el pasado le volaron leño al candidato del FRG.

Minutero:

Aunque aún está en ciernes
ya se siente que este viernes
vendrán los manifestantes
a saber con qué talantes