Guatemala, Brasil e Indonesia son las naciones con mayor fervor religioso, además, son los países donde se encuentran los porcentajes más elevados de población que se consideran profundamente religiosos, de acuerdo con un estudio realizado en Alemania.
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Las enseñanzas religiosas tiene un papel decisivo en la personalidad de quienes reconocen su práctica en alguna corriente de la fe, de igual forma las experiencias y comportamientos se encuentran determinados en gran medida por la religión según el monitor de la Fundación Bertelsmann. El estudio fue elaborado por un campo de 21 mil personas y se efectuó en 21 países.
Catolicismo cede
Guatemala es un país mayoritariamente católico, no obstante, alrededor de un 35% de la población son fieles de uno de los más de 300 grupos evangélicos protestantes que existen en América Latina; naciones como Perú y Bolivia presentan una fuerte penetración de las nuevas corrientes, el 25% de los bolivianos pertenece a este segmento de las religiones.
Estadísticas
A nivel mundial se estima que las diferentes corrientes cristianas representan alrededor de un 40% de la población, constituyéndose como la religión más numerosa, la corriente islámica, la cual geográficamente es fuerte en la región del medio oriente y algunas naciones africanas representan el 21%.
Religiones como la hindú aportan a 14 de cada cien creyentes en el mundo, otras tendencias como las budistas y las religiones originales de China incluyendo las creencias de los pueblos autóctonos alcanzan el 6%, el judaísmo, religión de la que desciende el cristianismo y el islamismo representa el 0,22 de la población mundial.
Las estimaciones actuales dan cuenta que quienes se confiesan no creyentes o ateos, sumados a los aconfesionales, población que no define sus creencias representan al 16% de la población, y se encuentran en su mayoría en las naciones europeas.
En Rusia, Tailandia, Francia, Alemania y Holanda es donde menos gente considera la religión como un pilar de sus vidas, según la fundación Bertelsmann. Las naciones del viejo continente que concentran a población creyente son Suiza, Italia y Polonia.
El estudio también da a conocer que en los Estados Unidos 89 de cada cien habitantes se reconocen tener fe, y un 62 por ciento del total de la población es profundamente religiosa.
Según Juliana Strobele Gregor, etnóloga y pedagoga alemana que ha realizado estudios de los evangelistas en Guatemala, «los primeros misioneros evangélicos llegaron a principios del siglo XX combinando la labor evangelizadora con ofertas educativas y servicios de salud dirigidas especialmente a los estratos más pobres de la sociedad».
Desde su introducción al continente las corrientes del protestantismo han ido ganándole campo a la religión católica, según Strobele han echado raíces y se han diversificado, tienen su más alto grado de aceptación entre las poblaciones excluidas de las actividades sociales y económicas, entre los que se cuentan las comunidades indígenas.
Según la academia el éxito de estas religiones en América Latina responde a las deudas sociales que mantienen los países latinoamericanos con sus poblaciones, la expansión del fundamentalismo evangélico en el continente «es sobre todo una estrategia de supervivencia en medio de situaciones de profunda crisis social». Y esto se da a raíz de la «oferta», a nivel espiritual se orienta en las pautas de comportamiento, además de las relaciones sociales ofreciendo a la vez una explicación del mundo, lo cual les ha permitido ingresar a las capas sociales acomodadas de América Central y Brasil.