Provincia registra mayores í­ndices de abusos a menores


Pocos casos de violación contra menores han recibido sentencias. En la gráfica, foto de archivo de un recluso en una cárcel del paí­s.

Los abusos deshonestos y violaciones sexuales contra niñas y niños aumentan cada dí­a. Y, a pesar que no se conocen cifras, distintas organizaciones se han mostrado alarmadas por el repunte de los casos.

Ana Miza
lahora@lahora.com.gt

Del 2006 a la fecha, la Procuradurí­a General de la Nación (PGN) ha recibido 280 denuncias, de las cuales, en un 80%, se han iniciado procesos judiciales contra los responsables.

Estas cifras superan ya los casos denunciados el año pasado. Nueve abusos sexuales en contra de menores han sido denunciados ante las autoridades. En varios casos, provienen de la misma familia.

Pesquisas revelan que los principales agresores son los padres biológicos, seguidos del conviviente de la madre, vecinos, abuelos, tí­os y maestros. En donde también las principales ví­ctimas son niños de entre 7 y 9 años, pero también se reportan casos de niños y niñas de entre 4 y 6 años.

Seis de los casos están en poder de la PDH de Baja Verapaz, y dos con la Coordinadora del Programa de Lucha Contra las Exclusiones. Dos en la oficina de atención a la Ví­ctima de la PNC. También se han presentado 20 denuncias de violencia intrafamiliar

La abogada Nineth Guevara, de la PGN, manifestó que en la mayorí­a de casos los menores de entre 5 y 15 años sufren abusos deshonestos (manoseo), y el segundo lugar lo ocupan las violaciones sexuales. Añadió: «En un 90 por ciento, esos delitos son cometidos por familiares, y el resto, por desconocidos».

Afirmó que esos ilí­citos se cometen con mayor frecuencia por negligencia de los padres, que dejan a sus hijos solos o recomendados con los vecinos, o «en muchos casos, las madres, por salir a trabajar o a hacer mandados, descuidan a sus hijos, y los dejan a cargo de personas extrañas», afirmó.

Explicó que en los 122 procesos judiciales que hay en los tribunales, la Procuradurí­a actúa como actor civil, para lograr que los niños afectados sean indemnizados por sus agresores. Se pretende que las personas que sean condenadas por este tipo de delitos paguen el daño psicológico que causan a los menores.

Dentro de los casos que investiga la PGN, este es uno de los nueve casos de abuso sexual de menores de edad que se han reportado en lo que va del año, en diferentes instituciones que funcionan en Alta Verapaz. La cifra es superior a la del año pasado, cuando se reportaron cinco en la PDH.

Otro caso diferente fue reportado en la Oficina de Atención a la Ví­ctima de la Policí­a Nacional Civil (PNC); y otros dos, en la Oficina de la Mujer Achí­.

Prefieren silencio

La cantidad de abusos es considerada superior, pues en muchos casos no se denuncian porque la ví­ctima teme más agresiones de parte del victimario, señaló Lucrecia Jerónimo, de la coordinadora del Programa Lucha Contra las Exclusiones (PLCE), que es parte de la Comisión Presidencial de Derechos Humanos (Copredeh).

«Cuando el violador es ajeno a la familia, las afectadas y sus parientes son muchas veces amenazados de muerte, para que no hagan denuncias», agregó Jerónimo.

En algunas comunidades se lo cuentan a los lí­deres o a los más ancianos, pero éstos no toman acciones en contra del victimario porque le temen o son miembros de la comunidad.

Instituciones como la Secretarí­a de Bienestar Social, la Procuradurí­a de los Derechos Humanos, la Procuradurí­a General de la Nación y el Ministerio Público coinciden en que los casos que han tenido un alarmante aumento en los últimos dos años se refieren a abuso sexual, y que en muchas oportunidades es un problema oculto, pues las ví­ctimas temen comentar lo sucedido.

Tanto La Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia incluye las figuras del maltrato fí­sico, descuido o trato negligente, y abusos emocional y sexual; sin embargo, estos delitos no han sido incluidos en el Código Penal, que sólo tipifica violación, abusos deshonestos y lesiones leves, entre otros.

Clases

Estas son las clases de maltrato infantil:

Fí­sico: Cuando se producen lesiones internas, externas o ambas sobre el niño.

Descuidos o tratos negligentes, al no satisfacer sus necesidades básicas.

Emocional: Ocurre cuando una persona daña la autoestima del menor mediante frases o expresiones.

Sexual: Cuando una persona, en una relación de confianza, involucra al niño en una actividad sexual.