Las morgues, sin condiciones de higiene


El 6 de diciembre último se dio a conocer que las morgues del Organismo Judicial y los laboratorios del Ministerio Público y de Gobernación de todo el paí­s pasaban a ser parte del Instituto Nacional de Ciencias Forenses, Inacif, lo que sucedió tras la aprobación de una ley que permite su funcionamiento.

Ana Miza
lahora@lahora.com.gt

A 10 dí­as que entró en vigencia el Inacif y que morgues departamentales se unieran a esta institución, son varias las dificultades con las que se han encontrado.

La renuncia de diez médicos, instalaciones en mal estado y falta de equipo, son los principales problemas que afronta el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif). De igual manera se supo que a cuatro dí­as de que comenzara a funcionar afloran los obstáculos para los médicos forenses.

El retiro de los facultativos se dio luego de que se negaran a trabajar en las morgues, que, en su mayorí­a, funcionan en inmuebles inadecuados y carecen de equipo.

Mí­riam Dolores Ovalle, directora del Inacif, informó que recibieron 27 morgues en pésimas condiciones. Como ejemplo citó la de Retalhuleu, que no tiene techo; la de Jalapa, ubicada en un basurero, y las de Escuintla y la capital, las cuales les fueron entregadas en un estado lamentable.

A esto hay que sumar la falta de iluminación, la carencia de lavamanos, los pocos extractores con los que se cuenta; hay que reparar el servicio sanitario y adquirir nuevas camillas (actualmente hay 17). Además hay falta de material para trabajar, tal como guantes, mascarillas, cuchillos, tijeras, entre otros.

Agregó que la mayorí­a de morgues están en proceso de remodelación y aún les falta equipo adecuado. Para ello refirió que se tiene planificado destinar Q4 millones. La funcionaria aseguró que para cubrir las plazas se hizo una nueva convocatoria a médicos forenses.

Actualmente el lugar cuenta con seis losas para trabajar los cuerpos, en donde se realizan las necropsias.

Con la renuncia de los profesionales, el Inacif reacomodó a 55 médicos en las morgues, y espera contratar a 100 más. El Instituto también se encontró con que muchas morgues no cuentan con el equipo básico.

Ovalle reconoció que el primer dí­a los problemas fueron mayores, ya que muchos médicos se ausentaron de sus labores para tramitar su liquidación.

Sin embargo, aseguró que la situación se normalizó, y que las 40 necropsias que antes se efectuaban a diario, ahora se llevan un promedio de tres horas.

Añadió que una de las nuevas disposiciones para evitar la contaminación del área es restringir el ingreso del público a la sala de necropsias.

Al Inacif se le asignó un presupuesto de Q85 millones para el 2008.

Actualmente se está impulsando el plan de reestructuración de las morgues. Esto para evitar los problemas que se han tenido en la entrega de cadáveres a los familiares de la victima, quienes a veces no presentan documentos que amparen que realmente se tiene algún parentesco con el fallecido, haciendo que los trámites sean demasiado tardados, agregó Ovalle.

A criterio de Ovalle, la finalidad de la institución será prestar servicios de investigación cientí­fica forense de manera independiente y emitir dictámenes técnicos y cientí­ficos, como informes forenses en hechos criminales; no obstante, a la referida instancia no le corresponde el análisis de las escenas del crimen.

Las morgues nacionales dejaron la dependencia del Organismo Judicial (OJ) para estar coordinadas por Inacif, sin embargo, la directora explicó que no se eliminarí­a ninguna de las que se encuentran en funcionamiento actualmente.

Según analistas del Ministerio Público, se espera que el Inacif pueda ser una de las instituciones más favorecidas, ya que contará con morgues con mejor equipo para la práctica de necropsias, la cual está integrada con laboratorios con una mejor tecnologí­a, que es lo que se espera.

Las morgues nacionales dejaron la dependencia del Organismo Judicial para estar coordinadas por Inacif, sin embargo, no se eliminarí­a ninguna de las que se encuentran en funcionamiento actualmente.