Un mes ha pasado desde que í“scar Berger, presidente de la República cedió a las presiones de los empresarios del transporte urbano respecto al pago del millonario subsidio a cambio de no incrementar el valor actual del pasaje. La medida del gobernante calmó las aguas, sin embargo, para los usuarios de este servicio, trasladarse de un lugar a otro sigue siendo una crisis.

Viajar con altos niveles de volumen en la música, espacios poco cómodos; tanto para los que viajan de pie como para quienes encontraron asiento, vehí­culos en condiciones deplorables, poca seguridad y el trato «poco amable» de los pilotos, son sólo algunas de las situaciones que, al parecer, ni el subsidio va a controlar.

Análisis

Tanto ciudadanos como analistas calificaron mal la determinación del ejecutivo al otorgar el subsidio a los transportistas, ya que, en aquel momento, no se contaba con los fondos económicos para efectuar dicho pago.

Edgar Guerra, representante de los usuarios del transporte urbano y rural de Guatemala expresó que la determinación de Berger sobre el aumento temporal del subsidio fue coyuntural. El representante añadió que fue «una aspirina para el cáncer de este problema».

Orlando Blanco, analista del Colectivo de Organizaciones Sociales (COS), manifestó que la presidencia debió «más que buscar un paliativo coyuntural presentar una propuesta a largo plazo». Para el analista es preocupante que exista un presupuesto reducido, producto de una pobre reforma fiscal, a lo que se suma una subejecución de los recursos del Estado en entidades encargadas del gasto social

Guerra, por aparte añadió que el tema del subsidio se ha convertido en un negocio: «los 11 años de subsidio sólo han dejado 1300 millones tirados a la basura y no han habido mejoras, ni en el trato a los usuarios, mucho menos en el parque vehicular». El representante de lo usuarios dijo además que más del 80 por ciento de las unidades del transporte es ineficiente.

Relación laboral

Debido a la independencia con la que actúan los empresarios del transporte, la relación empleador- empleado (propietario-conductor), es escasa, lo cual genera que el servicio de transporte sea «deficiente».

El representante de los usuarios del transporte indicó que la relación laboral es uno de los aspectos donde se deben generar mejoras ya que se omiten aspectos como: antecedentes penales o policí­acos y evaluación de las personas que laborarán como pilotos, entre otros.