etelon@lahora.com.gt
Las profundas disparidades sociales que prevalecen en Guatemala entre la población indígena y la no indígena es uno de los señalamientos que recoge el Informe de Desarrollo Humano 2007-2008 del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
El estudio, que fue enfocado al impacto que tendrá en el mundo el cambio climático, señala que en Guatemala los habitantes más pobres se ven obligados a enfrentar los impactos del cambio climático de manera dramática.
«El calentamiento global está profundizando la brecha entre ricos y pobres en América Latina y el Caribe, lo cual amenaza con revertir los avances que estas regiones han logrado en temas como salud y educación», señala el estudio.
Kevin Waltkins, director de la oficina a cargo del Informe de Desarrollo Humano, señala que «la población más pobre tiene menos medios para protegerse», lo que los ubica como las primeras víctimas del estilo de vida de los países desarrollados, acostumbrados a un elevado consumo de energía.
El informe ejemplifica que en Guatemala, en el año 2005, con el paso del huracán Stan fueron los pueblos autóctonos quienes sufrieron el mayor impacto. Ese mismo fenómeno destruyó «más del 30 por ciento de los activos de la población más pobre de Honduras, a su vez causó en Nicaragua la deserción educativa de menores
Guatemala produce una tonelada de dióxido de carbono per cápita por quema de combustibles y procesos industriales. Las acciones que como sociedad se deben aplicar en el país es la protección de bosques, favorecer el uso de energías renovables y fomentar la eficiencia de los sistemas de transporte.
El estudio señala, además, que el cambio climático «traerá tormentas tropicales más intensas a medida que suba la temperatura del mar, incrementará el nivel del océano en 50 centímetros, a su vez generará ciclones. Centroamérica y el Caribe son ampliamente vulnerables a estos fenómenos, subraya el estudio.