Juegos que son peligrosos


Personeros de la PDH realizarán nuevamente inspecciones sobre la venta y comercio de

Después que fuera conocida por el pleno del Congreso de la República la aprobación de la reforma a la Ley de Especies Estancadas, en su artí­culo 15 se le adicionó el inciso «c», en donde se prohí­be la importación, almacenamiento y venta de «canchinflines».

Ana Miza
lahora@lahora.com.gt

Se estipula que la ley implementará sanciones económicas de entre 10 mil y 50 mil quetzales, además de la cancelación de licencias de importación, a quienes comercien con dichos fuegos de artificio.

A pesar de lo anterior, aunque no fue precisamente un «canchinflí­n» el que ocasionó el problema, ayer en horas de la noche se registró un accidente en un sector de la zona 7, donde hubo cinco personas heridas por una de las bombas que eran utilizadas para una celebración, en la colonia 6 de Octubre.

Los Bomberos Municipales informaron que los mencionados sufrieron varias lesiones en su cuerpo debido a que uno de los juegos pirotécnicos que era quemado no se elevó, estallando en el lugar y desprendiendo esquirlas que les ocasionaron heridas y quemaduras que ameritaron su traslado hacia centros asistenciales.

Ricardo Lemus, vocero de dicha institución, agregó: «todos los juegos pirotécnicos son peligrosos, por el poco control de las empresas fabricantes, quienes deberí­an de poner una mejor atención a lo productos que venden».

De acuerdo con las autoridades de la oficina del PDH, la decisión de la CC es de importancia para evitar que niños y adultos se vean afectados por este tipo juegos. Lo que está claro es que se encuentra prohibida la venta de este tipo de productos.

«Lo más importante es que este es un tema sobre el derecho a la vida. Si bien es cierto se indica que se violenta el derecho al libre comercio, debe prevalecer la sobrevivencia de las personas», dijo Alejandro Rodrí­guez, asesor jurí­dico de la Oficina del PDH.

Operativos en fábricas

La Oficina del PDH ha realizado varios operativos para detectar la posible venta de silbadores, pues se han presentado denuncias sobre que este producto se pretende vender con otro nombre; sin embargo, se han obtenido resultados negativos. Se tiene previsto que para el 6 y 7 de diciembre se realice un monitoreo a las ventas callejeras ubicadas en varios sectores de la capital.

El delegado de la Oficina del PDH, Eriberto Cifuentes, dio a conocer que hoy se realizarán operativos en San Juan y San Pedro Sacatepéquez, donde se encuentran los centros de producción de juegos pirotécnicos, para determinar las condiciones de trabajo de estos lugares y determinar la posible fabricación de «canchinflines».

«Es una supervisión que se realizará con 14 personas en estas áreas para observar los lugares de trabajo y si cuentan con las medidas de seguridad correspondientes. Primero nos reuniremos con las autoridades municipales para saber sobre los registros que ellos tienen», señaló Cifuentes.

Sin embargo en Quetzaltenango también se estará realizando una inspección por la Comisión de Seguridad Navideña de esta ciudad, integrada por varias entidades, que controlarán la distribución y venta de juegos pirotécnicos.

Carlos Martí­nez, de comisión, detalló que, para prevenir accidentes y siniestros por el estallido de pólvora, monitorearán las zonas de venta y se decomisará el producto que no esté autorizado, como silbadores.

Explicó que también visitarán los comercios para darles recomendaciones sobre almacenamiento y manejo de estos materiales y de cómo combatir el fuego.

Esto a causa del incendio que se registró ayer en un local en Coatepeque, Quetzaltenango, en donde hubo pérdidas económicas y materiales y donde el fuego amenazó con extenderse a decenas de ventas callejeras instaladas en dicho lugar. El siniestro lo ocasionó un «canchinflí­n».

Una nueva ley

Ayer, el Congreso de la República aprobó la Ley de Especies Estancadas, la cual prohí­be la comercialización de silbadores y «canchinflines».

La iniciativa habí­a sido enviada por el Organismo Ejecutivo, a través del Ministerio de Economí­a. Entre las prohibiciones que se aplica, se encuentra la fabricación, la importación, el almacenaje y la venta de los petardos; sin embargo, no prohí­be la utilización de estos artefactos.

Quienes quebranten esta ley, podrán enfrentar una multa de 50 mil quetzales, y se podrí­a incluso cancelar la licencia de comercio.