Buscan reorientar protagonismo


Los í­ndices de inseguridad y corrupción identificados incluso en agentes de la fuerza pública exigen una reorientación de las polí­ticas de seguridad.

El Consejo Asesor de Seguridad (CAS), el cual fue integrado el 7 de junio de 2004 concebido para asesorar al Presidente de la República en el diseño de proyectos que fortalecieran este sector, exige una reorientación en su protagonismo, ya que ha pasado a ser una instancia decorativa, según analistas.

Elmer Telon
etelon@lahora.com.gt

El Acuerdo sobre Fortalecimiento del Poder Civil y Función del Ejército en una Sociedad Democrática, estableció que para alcanzar el concepto de seguridad integral dentro de la sociedad guatemalteca, el Organismo Ejecutivo debí­a ser apoyado por ciudadanos civiles conocedores de la materia quienes conformarí­an el CAS.

Casi ocho años después de su concepción, el presidente de la república í“scar Berger en cumplimiento con los Acuerdos de Paz juramentó a quienes tendrí­an a su cargo asesorarlo sirviendo de interlocutores entre la sociedad y el gobierno central, no obstante en sus años de funcionamiento el CAS no ha tenido ningún tipo de protagonismo, ni el Estado ha logrado controlar la ola de inseguridad que impera en el paí­s.

Iduvina Hernández, de Seguridad en Democracia y ex integrante del CAS, asegura que gran parte del bajo perfil que el consejo ha tenido se debe principalmente a la falta de voluntad polí­tica que ha evidenciado el mandatario en la participación de temas importantes o apoyo de nuevas polí­ticas.

Lo cual ha causado en gran medida que la situación actual en materia de seguridad en lugar de haber mejorado ha dado grandes retrocesos.

Otros integrantes del consejo como Carmen Rosa de León Escribano se han referido a este tipo de polí­ticas aplicadas por el Organismo Ejecutivo.

La única inclusión significativa se llevó a cabo cuando la ex coordinadora del CAS, Adela Camacho de Torrebiarte, fue nombrada por Berger para ocupar el puesto de ministra de Gobernación luego de la dimisión de Carlos Vielmann.

No obstante, luego de que De Torrebiarte asumiera como ministra tampoco se ha mostrado un cambio de la polí­tica que vení­a suscitando en los dos años anteriores.

La existencia del CAS es sumamente importante tomando en cuenta los grandes retos que se confrontan en el tema de seguridad, razón por la que es fundamental que las nuevas autoridades le den a esta institución el lugar que deberí­a ocupar dentro de la sociedad, señala Hernández.