A causa de los altos í­ndices de violencia que se viven en nuestro paí­s, actualmente hay un promedio de mil ochocientos cuerpos que son sepultados como equis equis.

De un número aproximado de 10 a 12 cadáveres diarios, de cinco a seis que ingresan al Servicio Médico Forense del Organismo Judicial son registrados como equis equis. En el perí­odo de enero a octubre se han contabilizado alrededor de mil ochocientos cuerpos (en su mayorí­a hombres).

El tiempo que se tiene para que los difuntos puedan estar dentro de la morgue es solamente de 48 horas, esto debido a que aún no se cuenta con el equipo especial para que estos puedan permanecer en áreas en donde se mantengan por un lapso mayor.

El tiempo es el factor principal, porque los cuerpos no identificados son trasladados hacia las fosas ubicadas en el cementerio de La Verbena, esto después que se les ha dado la oportunidad a los familiares para poder identificarlos.

Al momento de que los cadáveres son ingresados, cada médico realiza una necropsia en donde se le toman fotos, esto para que los parientes, después de pasadas las 48 horas, los puedan reconocer.

Dentro de las morgues del paí­s, normalmente se realiza una necropsia cada dos horas, mientras que en otros paí­ses se elabora en 12, en un promedio de 20 cuerpos que ingresan durante un fin de semana, esto solamente en la central.

El actual director del Servicio Médico Forense del Organismo Judicial (OJ), Mario René Guerra López, refirió que desde que son ingresados los cadáveres, estos son trasladados tanto por el Ministerio Público como la Policí­a Nacional Civil, hacia dicho ente, en donde es su mayorí­a son hombres, sin descartar a las mujeres y también niños.

Guerra señala que «debido a la falta de equipo para poder mantener los cuerpos por más tiempo, que en este caso serí­an cuartos frí­os, los cuerpos son transferidos rápidamente hacia el cementerio de La Verbena, y peor si estos son ingresados en estado de descomposición, lo más que se tienen es alrededor de 12 horas».

Actualmente el lugar cuenta con seis losas para trabajar los cuerpos, en donde se realizan las necropsias. Al momento de evaluar los cadáveres lo primero que se verifica es la sujeción de las muñecas y tobillos, mordazas, quemaduras y lesiones testiculares.

Otra de las causas del porqué los trámites son lentos, se debe a que el personal de la morgue es quien en algunos casos tiene que acudir a las alcaldí­as para que el certificado de defunción sea extendido y en algunos casos tienen que trasladarse hacia los municipios de Villa Nueva, Villa Canales, San José Pinula, Fraijanes, Palencia, San José del Golfo, esto con la finalidad de tramitar las actas.

Una de las principales precariedades que se sufren dentro de la morgue es la falta de iluminación, los lavamanos, los pocos extractores con los que se cuenta, reparar el servicio sanitario y adquirir nuevas camillas (actualmente hay 17). Además de la falta de material para trabajar, tal como guantes, mascarillas, cuchillos, tijeras, entre otros.

A 25 dí­as de que empiece a funcionar el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), la falta de equipo y material para trabajar es notoria en la morgue de la zona 3.

Se espera que con la nueva normativa el Inacif realice todo un proceso de investigación, en donde los fiscales dispondrán de resultados más contundentes para su labor durante un juicio.

Igualmente unificar los trabajos de los laboratorios del Ministerio Público, la Policí­a Nacional Civil y el Organismo Judicial, los cuales trabajaban por separado y sin mayor coordinación.

La directora del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), Miriam Ovalle de Monroy, señaló que una de las prioridades básicas de dicha entidad será la capacitación. Aclaró que la capacidad no debe confundirse con capacitación. «Hay que enriquecer la capacidad con capacitación continua y especí­fica».

La funcionaria agregó que para consolidar los dictámenes forenses deben ser fortalecidas las morgues en lo administrativo, al mismo tiempo que exista un sistema de gestión de calidad (protocolos) y una supervisión.

«Los especialistas que sean contratados por el Inacif deben tener el conocimiento y la disposición de atender los lineamientos y protocolos establecidos», dijo Ovalle.

Por su parte, el intendente de la Dirección de Investigación del Ministerio Público, Marco Aurelio Pineda Colón, afirmó que su unidad continuará en funciones dentro de la institución con los técnicos de la escena del crimen y los investigadores, que suman alrededor de 473 personas.

Según Carmen Aí­da Ibarra, de la Fundación Myrna Mack, la prueba cientí­fica aportará mayor certeza en todo el proceso judicial, porque los testimonios dependí­an de la confianza en el testigo o de que éste no cediera ante la corrupción o las amenazas.