¿De qué forma piensan crear los empleos que la población espera ansiosamente?


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La dignidad de la persona reclama el poder ganarse el sustento propio y de su familia, de una manera completa y satisfactoria. La aspiración a tener una ocupación remunerativa, que proporcione todo lo necesario para el soporte, educación y felicidad de la familia entera, es un derecho inalienable, razón por la cual, la Constitución de la República responsabiliza al Estado, de fomentar todos los elementos necesarios para que la economí­a del paí­s alcance un grado de desarrollo adecuado para el crecimiento de la oferta laboral y la disponibilidad de personas capacitadas para satisfacer la demanda de gente de trabajo, capacitada y entusiasta.

Por Eduardo Suger
Compromiso Renovación y Orden Creo

La depresión natural que causa al individuo la falta de ocupación y el trabajo mal remunerado acarrea serios problemas sociales, contribuyendo a originar un crecimiento progresivo de la delincuencia común y a la participación de más desempleados en actividades ilegales, crimen organizado y gran deterioro de la familia y la juventud.

El desempleo trae consigo también serios problemas de salud pública, ya que las condiciones de vida inferiores conllevan un ambiente malsano, falta de higiene, alimentación pobre e incompleta,  desnutrición, hambre y falta total de educación y capacitación.

Se puede hacer un paralelo muy exacto entre los í­ndices de desempleo y los de criminalidad,  enfermedad, desnutrición, inconformidad, y apatí­a, lo que nos hace vislumbrar un camino a seguir para corregir el rumbo torcido y reencontrar el camino hacia una sociedad guatemalteca, sana, próspera, productiva y feliz.

Las causas fundamentales del desempleo son muchas y provienen de diferentes ángulos, pero podemos apuntar hacia los más importantes:

•    Poca inversión en fuentes de trabajo.
•    Inversión extranjera muy reducida.
•    Debilidad del Estado de Derecho.
•    Inestabilidad de las polí­ticas fiscales.
•    Intervención excesiva del Estado en la economí­a.
•    Polí­ticas laborales y legislación inadecuada.
•    Economí­a debilitada y escaso poder de compra.
•    Fuga de capitales nacionales.
•    Altos í­ndices de analfabetismo e ignorancia.
•    Escasez de profesionales y técnicos preparados.
•     Educación obsoleta, con enfoque tradicional.

A todo lo anterior se suma la falta de interés de los gobiernos de turno en resolver estos problemas, prefiriendo el camino “fácil” pero muy destructivo de favorecer la expansión del aparato estatal, para crear plazas y empleos de relleno. Se ha creado la conciencia popular que es el Gobierno el responsable de crear directamente puestos de trabajo, especialmente dedicados a los afiliados a un partido polí­tico, a familiares desempleados y a personas de influencia con los nuevos gobernantes.

La corrupción asociada al “mercado del empleo estatal” es enorme, resultando en que los puestos burocráticos son ocupados por personas ineptas, indolentes, muchas veces prepotentes, cuyo único interés es el usufructo de los sueldos, bonos y prestaciones que el Estado provee.
 
Mediante esa mala práctica, el aparato estatal ha alcanzado dimensiones exageradas, causando un monstruo que consume en casi su totalidad los dineros del pueblo, puramente en pagar salarios para tanto puesto artificial, para alimentar la creación de más dependencias, dejando casi nada para la inversión pública en infraestructura, salubridad y educación.

Es así­ como el Estado se ha convertido en el “empleador por excelencia”, creando más empleos para que laboren, organizando la recolección de fondos fiscales para pagarle los sueldos a los que laboran precisamente en lo mismo, en administrar el presupuesto laboral del mismo Estado. ¡Situación paradójica en verdad!

Afortunadamente, el planteamiento de las causas primordiales del desempleo nos hacen entrever las posibles soluciones y el cambio radical hacia una administración INTELIGENTE y DIFERENTE de lo que se ha hecho hasta ahora.

Curiosamente, al aplicar las soluciones adecuadas, que no necesariamente producirán resultados inmediatos, dado que la economí­a se restaurará en mediano plazo, las dimensiones del aparato estatal se reducirán, porque los trabajadores del Estado encontrarán oportunidades de trabajo más atractivas, fuera del gobierno, aprovechando la oferta laboral de una nueva economí­a.

Las soluciones  entonces radican primariamente en:

•    Fomentar la creación de fuentes estables de trabajo.
•    Estimular el interés y atractivo de la Inversión Extranjera.
•    Asegurar un Estado de Derecho efectivo, de respuesta pronta y justa.
•    Establecer reglas fiscales permanentes, simples, sólidas y razonables.
•    Reducir la intervención del Estado en la Economí­a.
•    Nivelar las leyes laborales en Justicia para empleador y trabajador.
•    Fortalecer la economí­a mediante el estí­mulo bancario y la reducción de tasas de interés.
•    Estimular a la inversión local con polí­ticas seguras de respeto y estabilidad monetaria.
•    Reformar URGENTEMENTE los programas de educación y las facilidades educativas en TODA LA REPíšBLICA.
•    Activar un intenso apoyo estatal a las universidades, centros de investigación e institutos técnicos de capacitación laboral.
•    Regionalizar la educación básica y elevar su calidad a un nivel preuniversitario.

Podemos ver que estas medidas, aplicadas consistentemente, con INTELIGENCIA y un enfoque DIFERENTE están lógicamente encaminadas a resolver el problema fundamental del desempleo.   ¡CREO que es el momento de PENSAR DIFERENTE,  ELEGIR DIFERENTE, Y GOBERNAR DIFERENTE!  

¡En las manos del pueblo guatemalteco, a la hora de votar,  está la solución…!