Decidiremos un destino con democracia o con dictadura


En entrevista exclusiva con Visión Electoral, ílvaro Colom, candidato presidencial de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), ofreció un plan de gobierno basado en cuatro programas de trabajo: Solidaridad, Productividad, Regionalidad y Gobernabilidad. Sostuvo que las estructuras de su partido, a nivel nacional y departamental, no han sido infiltradas por el crimen organizado; rechazó el neoliberalismo y abogó por la armoní­a en medio de la diversidad.

Redacción Kátin
visionelectoral@akatin.com

De acuerdo con varias encuestas publicadas, la intención de voto para la Unidad Nacional de la Esperanza y para usted como candidato presidencial es la más alta. ¿Qué consideraciones hace sobre estos resultados?

Nosotros hemos hecho una campaña bastante planificada y nos ha dado los resultados de acuerdo con los planes. Hemos trabajado durante seis años, no es un trabajo sólo de campaña. Estamos consolidando un proyecto de nación que ha venido construyéndose y los resultados, pues obviamente nos colocan en una posición privilegiada. No nos dormimos, hasta que se cierre la última urna, estará definido.

Su primera participación polí­tica fue con la izquierda. ¿Por qué no continuó con esa corriente ideológica?

La participación de 1999 con la Alianza Nueva Nación de aquella época fue una contribución al proceso de paz. Esa fue la razón por la que decidí­ participar con ellos. Yo vengo de una familia socialdemócrata y comparto esa ideologí­a casi por naturaleza. Fue un lindo ejercicio en 1999, fue una campaña con mucho entusiasmo y con mucha ilusión, y después no logramos cuajar el proyecto de unidad nacional que yo planteé en enero del 2000. Por eso empezamos a construir el movimiento de la esperanza, con una caracterí­stica muy especial, habí­amos de todos los colores. En el año 2004, nos definimos en el partido como socialdemócratas. Esto se ha consolidado, hacia una visión con esta ideologí­a.

¿Y qué debemos entender por socialdemócratas? Porque está la socialdemocracia de Carlos Andrés Pérez, mal recordado en Venezuela, o la socialdemocracia de Ricardo Lagos en Chile. ¿Dónde se ubica la UNE y ílvaro Colom?

Yo creo que en el mundo y en particular en América Latina, la socialdemocracia ha tenido la habilidad de adaptarse a las condiciones de los paí­ses. La socialdemocracia en Guatemala y en Brasil es diferente, porque somos paí­ses con condiciones distintas. Nosotros planteamos la socialdemocracia como un factor estratégico para el paí­s. Planteamos poner al ser humano y a la familia como el centro de acción de la polí­tica, y no al mercado.

Hablemos de las propuestas de la UNE a la hora de hacer gobierno. Están todas enmarcadas en lo que ustedes han llamado el Plan de la Esperanza ¿Cuál es la estructura de la propuesta y en qué consiste?

Desde el año 2001, en febrero, se empieza el esfuerzo de construir un proyecto de nación. En unos dí­as vamos a sacar el programa de gobierno de los 22 departamentos. Después viene la propuesta del presupuesto que se hará al Congreso de la República. Por primera vez un partido va a presentar un presupuesto que vaya a cumplir el programa de Gobierno. Yo he sentado en la UNE la cultura de la planificación. Tenemos recursos de todo tipo, pero no tenemos una visión de nación a largo plazo. Nosotros queremos sentar las bases de un proyecto de nación. Tenemos como gran techo de trabajo, buscar la unidad y la reconciliación. Este gran objetivo de nación está consolidado en cuatro programas de trabajo. El primero es el Programa de Solidaridad, que se realizará con total responsabilidad económica, es decir que no vamos a tirar dinero ni regalarlo, sino que lo haremos con responsabilidad para poder cambiar las cosas, transformar los problemas sociales que tenemos. Todo lo que tiene que ver con el ser humano, va en este programa.

¿En términos concretos, qué es la responsabilidad económica, a qué tipo de polí­tica económica se refiere?

Definitivamente no es neoliberal. El neoliberalismo ha empobrecido a América Latina, y a Guatemala la ha hecho pedazos. No funcionó. El esfuerzo por el desarrollo del paí­s debe empezar por los que están más subdesarrollados, más pobres y más abandonados. En nuestro Gobierno la prioridad se va a ir, en el primer año, en una limpieza de casa en toda la parte financiera del Estado, captación de impuestos, pero también la calidad del gasto. El programa de Gobierno tiene prioridades y ahí­ se van a ir los recursos.

Desde Vinicio Cerezo a í“scar Berger estamos escuchando esto de limpiar la casa y al final de cada gobierno siempre queda sucia ¿Cómo asegurar que dentro de cuatro años no estemos en la misma situación?

Por lo menos tenemos tres razones fundamentales. Ninguno de ellos llegó con programa de Gobierno, ninguno de ellos habí­a estado siete años en el gabinete de Gobierno y ninguno tuvo la creatividad de tener una organización fuerte para gobernar, no sólo para ganar las elecciones. Nosotros tenemos una base social en cooperativas, comadronas, maestros y con ellos vamos a gobernar. Además del programa de solidaridad en lo humano y productividad en lo económico, el otro programa es el de gobernabilidad, que es integral. Por supuesto que tenemos una barbarie con la violencia, pero esta no se quita sólo con policí­as y cárceles. No es posible que los fondos sociales manejen más recursos que el Sistema de Justicia del paí­s. No es justo que el deporte tenga más recursos que la CSJ. No tenemos juzgados penales en todos los municipios. Hay que invertir en seguros de vida para los jueces, para que se sientan protegidos. Vamos a hacer una guerra frontal al crimen organizado, será una guerra, no una persecución de rateros.

Respecto al crimen organizado: Hay quienes aseguran que la estructura partidaria de la UNE está infiltrada por algunos de estos sectores. ¿Cuál es su respuesta a este señalamiento?

No acepto que sea un asunto interno, es un conflicto de acoso y penetración del partido, y ya ganamos la batalla. Yo ya gané la primera batalla contra el crimen organizado. No los dejamos entrar y eso nos costó catorce lí­deres asesinados. Cualquier persona que está detrás de la campaña negra diciendo eso, es parte del crimen organizado. Lo digo con propiedad porque el Ministerio de Gobernación me informó todo sobre el asesinato de Mario Pivaral, y era el Cartel de Cobán. Cuando el viceministro de Gobernación anunció sobre cuatro diputados narcotraficantes en el Congreso, sólo dieron el nombre del de la UNE. Ese mismo dí­a, estaba expulsado del partido. Los otros tres están en otro lado. ¿Dónde están los que han robado de las trasferencias del Ejército? Hay que ver en qué partido están. Yo puedo asegurar que a nivel nacional y departamental no existe el crimen organizado dentro del partido. Hemos sido categóricos, hemos rechazado ofertas y un montón de cosas. El financiamiento se ha ido para otro lado y eso se ve en las campañas millonarias de los otros colores.

Háblenos ahora del cuarto programa de Gobierno de la UNE

Es el de regionalidad, y tiene que ver con la polí­tica exterior del paí­s. Hasta el dí­a de hoy, Guatemala ha tenido embajadas, pero no polí­tica exterior definida. Nuestra prioridad será la relación con Centroamérica y en paralelo con México, que tendrán un privilegio social y polí­tico. Guatemala es el único paí­s del mundo que tiene más de 974 kilómetros de frontera con uno de los mercados más grandes del mundo, muchos lo ven como amenaza, pero es una gran oportunidad. Mi meta es pasar esa frontera y bajarla al sur, hasta que llegue más al sur de Costa Rica. Sólo México podrí­a significar un incremento, en el segundo año, de 450 millones de dólares exportación, si Guatemala se pone las pilas. México es un mercado para por lo menos 42 productos de Guatemala. Belice también deberí­a ser un gran socio del paí­s.

¿Cambiando de tema, cómo están representadas las mujeres y los pueblos indí­genas dentro de la UNE?

El 32% de la bancada son indí­genas, al igual que el 98% de los alcaldes. Esta nueva bancada va a tener un peso impresionante de pueblos indí­genas, jóvenes y mujeres, porque la vez pasada aprendimos la lección. Tenemos que ser humildes y aceptar los errores del 2003. Ahora van 14 compañeras seguras al Congreso. Pero no son simplemente mujeres, son lí­deres jóvenes, con una energí­a impresionante. Esa bancada va a tener rostro de joven y mujer. Hicimos un gran trabajo que nos costó un montón de problemas internos, porque la UNE no se salva de lo que tradicionalmente es un partido.

Y en el tema de los derechos de los pueblos indí­genas, ¿cuáles serí­an las medidas concretas a implementar?

Tenemos un Consejo de pueblos indí­genas que tiene su planteamiento. Conozco los pueblos indí­genas, la cosmovisión maya y su forma de pensar, así­ como los grandes problemas culturales que hay. Por ejemplo, el concepto de autoridad, que para los pueblos indí­genas es honorabilidad, servicio a la comunidad y edad. Yo lo veo como una gran oportunidad de Guatemala. Si esas 23 culturas empiezan a palpitar con un objetivo de nación y de unidad, nadie nos para. Yo me considero no sólo capaz, sino decidido a que se dé la armoní­a en medio de la diversidad, porque se puede dar.

Pero eso pasa por un reconocimiento real de los derechos colectivos de los pueblos indí­genas.

Estamos en una discusión interna en el partido si apoyarí­amos o no una reforma constitucional en este tema especí­fico. Y no porque no la querramos, sino porque las prioridades de Gobierno no sabemos si nos alcanzan cumplirlas en cuatro años. Mi planteamiento de la reforma constitucional, es que no hemos cumplido ni el primer artí­culo de la Constitución y ya la queremos cambiar. El Estado no se organiza por el bien común, que no vengan con cuentos. Cumplamos con el primer artí­culo, y pasemos al segundo y luego veamos si cambiamos lo demás, pero no nos comamos entero el pastel de una sola mordida.

Se le han hecho crí­ticas referentes a su carácter débil, se asegura que las decisiones se cambian fácilmente, como ocurrió con el TLC. ¿Qué piensa de estos cuestionamientos?

Esta es la gran decisión del pueblo de Guatemala el 9 de septiembre. Si tomamos un destino con democracia o si tomamos un destino con autocracia o dictadura. La democracia tiene su costo. A mí­ no me avergí¼enza reconocer que el partido ha tomado decisiones con las que yo no estoy de acuerdo, pero si yo le impongo mi decisión a un sistema democrático, rompo la democracia. En el caso del TLC, nos ganaron los que lo querí­an, en una reunión muy fuerte, y a regañadientes los que no lo querí­amos, nos tuvimos que aguantar. En otras oportunidades ha habido consensos. Algo que nos costó fue garantizar la movilidad de los liderazgos y aceptar que se debe respetar la voluntad de la mayorí­a.

«No nos dormimos, hasta que se cierre la última urna estará definido el resultado.»

«Planteamos poner al ser humano y a la familia como el centro de acción de la polí­tica, y no al mercado.»

«El financiamiento del crimen organizado se ha ido para otro lado y eso se ve en las campañas millonarias de los otros colores.»

«Hicimos un gran trabajo que nos costó un montón de problemas internos, porque la UNE no se salva de lo que tradicionalmente es un partido.»