Muere pionero de criogenia Robert Ettinger


muere

Robert Ettinger, pionero del movimiento de tecnologí­a criogenética que está a favor de congelar a los muertos con la esperanza de que la medicina pueda curarlos después para que sigan viviendo, murió. Tení­a 92 años de edad.

TRAVERSE CITY Agencia AP

Ettinger murió el sábado en casa en Clinton Township, suburbio de Detroit, luego de semanas con problemas de salud, dijo su hijo David Ettinger. Su cuerpo se convirtió en el 106to en ser almacenado en el Instituto de Criogenia, que él mismo fundó en 1976.

«Mi padre dedicó su vida en hacer lo que podí­a permitirle a su familia, sus amigos y otros que volvieran a la vida de nuevo», dijo David Ettinger. «Por el momento nadie sabe si lo va conseguir, pero pensamos que tiene una gran oportunidad».

Robert Ettinger, que enseñaba fí­sica en la Universidad Estatal de Wayne, fue seriamente herido en la Batalla de las Ardenas en la Segunda Guerra Mundial y pasó años en hospitales. Una cirugí­a de reemplazo óseo lo inspiró con optimismo con respecto a las posibilidades futuras de preservar la vida mediante la tecnologí­a, dijo un comunicado del Instituto de Criogenia.

Su hijo dijo que Ettinger también se inspiró en escritos de ciencia ficción sobre congelamiento profundo de los muertos y esperaba que los investigadores hicieran progresos hacia el desarrollo de la idea. Sin embargo, cuando se dio cuenta que no parecí­a pasar nada, escribió en 1964 un libro titulado «The Prospect of Inmortality» (algo como «El prospecto de la inmortalidad»), en el que introdujo el concepto de criogenia.

«Si la civilización continúa, la ciencia médica deberí­a en algún momento poder reparar casi cualquier daño en el cuerpo humano», escribió, «incluyendo el daño por el congelamiento, la senilidad y otras causas de muerte».

Luego siguió promoviendo la idea durante décadas por escrito y en apariciones públicas.

Su cuerpo quedó almacenado en el instituto a 196 Celsius bajo cero (321 Fahrenheit bajo cero) en nitrógeno lí­quido.

David Ettinger dijo que su padre era un «profeta reacio» a quien no le molestaba que la gente ridiculizara sus ideas.

El Instituto de Criogenia cuenta con 900 miembros. Instalaciones similares para preservar cadáveres operan en Arizona; California y Rusia. Ettinger también estableció la Sociedad Inmortalista, un grupo de investigación y educación dedicado a la criogenia y en extender el lapso de vida humana.