El tráfico de niñas, niños y adolescentes con propósitos sexuales


A diferencia de las drogas o del armamento, mujeres, niñas y niños pueden ser «vendidos» varias veces. Una actividad ilí­cita que se convierte en un negocio billonario.

Amalia Hernández
hernandeza@lahora.com.gt

El tráfico de mujeres, niñas y niños ha surgido como una preocupación global en años recientes: facilitado por fronteras porosas y avanzadas tecnologí­as de la comunicación, se ha vuelto crecientemente transnacional en su ámbito y altamente lucrativo. A diferencia de las drogas o del armamento, mujeres, niñas y niños pueden ser «vendidos» varias veces, son calificados como mercancí­as en un negocio transnacional que genera billones de dólares, y a menudo opera con impunidad.

Migración voluntaria

En El Salvador se identificó un fenómeno conocido como «prostitución en temporada de cosecha», en donde las mujeres y niñas migran de los centros urbanos a pueblos más pequeños durante la cosecha de caña de azúcar, aquí­ pueden encontrar una importante concentración de trabajadores agricultores.

Este tipo de prostitución estival fue identificado también en Guatemala y Costa Rica. Abandonan sus pueblos o hasta sus paí­ses de manera voluntaria con la esperanza de una mejor vida, pero terminan en situaciones donde su salud y seguridad están en peligro debido a su vulnerabilidad en un paí­s extranjero.

Migración forzada

Mientras se revela esta tendencia alarmante de migración voluntaria, también se informan casos de secuestro y tráfico de personas menores de edad.

A niñas de Honduras y El Salvador las trasladan engañadas hacia Guatemala para vincularlas a la prostitución; mientras tanto a las niñas nicaragí¼enses las traen de igual forma a nuestro paí­s y a El Salvador con falsas ofertas de un trabajo permanente y bien remunerado.

Una vez que estas niñas jóvenes llegan a su destino se les traslada a burdeles, bares o clubes nocturnos donde son virtualmente encarceladas. En ciertas ocasiones, son traí­das por intermediarios, camioneros o colectiveros quienes abandonan a las jóvenes en las puertas de estos centros. Con la complicidad de algunas autoridades respectivas se logra incluso dotarlas de identificaciones falsas que les otorgan una mayoridad suficiente para no tener ningún tipo de problema.

La actividad en los puertos también es intensa y está documentada la explotación sexual comercial que se da por parte de tripulantes y marineros de embarcaciones de carga y pesca, y en menor grado de quienes ingresan al paí­s en cruceros turí­sticos.

No siempre se utiliza la violencia. En algunos casos los traficantes se aprovechan de la vulnerabilidad de aquellas atrapadas en una situación en la que no tienen alternativa o donde perciben no tenerla, por ejemplo aquellas que viven ilegalmente en un paí­s, en donde el acceso a los servicios de salud y asistencia legales se ven reducidos al sub mí­nimo, por el temor que tienen de ser deportadas.

En Guatemala los lugares donde se ha detectado más vulnerabilidad para el tráfico y explotación sexual de menores han sido las zonas fronterizas, principalmente la de México y El Salvador.

Pero en nuestro paí­s se puede apreciar que casi la mitad de las personas menores de edad en explotación sexual comercial proviene de otros paí­ses, traficadas gracias a falsas promesas de trabajos varios o bien por la carencia de recursos para lograr llegar a paí­ses más hacia el norte.

Guatemala es considerada como un paí­s de origen, se trafican niños a México y a los Estados Unidos. Se ha convertido en la actualidad en un paí­s de destino para algunos menores de El Salvador, Honduras y Nicaragua y constituye un paí­s de tránsito para otros infantes de Centroamérica que son trasladados a Norteamérica para prostituirlos.

Pornografí­a infantil

De acuerdo a investigaciones realizadas también existen menores que son utilizados para la creación de videos y todo tipo de pornografí­a infantil, niños que son buscados en aldeas y lugares a mucha distancia de la ciudad capital.

La Procuradurí­a General de la Nación (PGN) y la Procuradurí­a de Derechos Humanos, han realizado investigaciones en torno a la situación generada en los últimos años en torno al tráfico de menores de edad con fines de explotación sexual, ambas instituciones han descubierto que niños, niñas y adolescentes son utilizados para filmaciones de videos pornográficos que son comercializados en América y Europa.

«Hemos localizado material utilizado para pornografí­a infantil donde son utilizados niños hasta de pocos meses de edad y que han sido utilizados para actos inmorales, los videos son enviados a España, Italia, Estados Unidos, etc.», refiere un representante de la PGN.