Liberan a secuestrada


Liberan a mujer secuestrada, supuestos victimarios solicitaban por su liberación medio millón de quetzales.

Daniel Guarchaj Tujal y William Rodrigo Vásquez fueron detenidos cuando se conducí­an a bordo de un vehí­culo a inmediaciones del kilómetro 25.5 Carretera Interamericana, supuestamente consigo llevaban a Mariela Omar Escobar Estrada, quien minutos antes habí­a sido secuestrada en la colonia Villa Hermosa I, jurisdicción de San Miguel Petapa.

Amalia Hernández
hernandeza@lahora.com.gt

De acuerdo a investigadores del Ministerio Público y agentes de la Policí­a Nacional Civil el hecho ocurrió a eso de las 7:00 horas cuando Escobar Estrada salió a comprar el pan, individuos se le acercaron y con lujo de fuerza la introdujeron a un vehí­culo.

«Mi sobrina salió temprano a comprar el pan, nuestra preocupación era que pasaron varios minutos y no aparecí­a, hasta que se nos avisó de la PNC que habí­a sido secuestrada y que pedí­an por su liberación medio millón de quetzales», explicó un familiar de la ví­ctima.

Según lo expresado, Escobar Estrada fue golpeada en diferentes partes del cuerpo, «son notorios los raspones que tiene en piernas y brazos, también se determinó que sufre de shock nervioso», explicó un investigador de la PNC.

El jefe de la Fiscalí­a contra el Crimen Organizado, Jorge Luis Donado, refirió que la detención de los supuestos secuestradores se efectuó a través de un operativo montado por la Policí­a Nacional Civil en la aldea Chuacorral en el kilómetro 25.5 de la Ruta Interamericana.

«Los detenidos iban a bordo de un vehí­culo tipo Wolkswagen Yeta, placas P-124 DBF, que de acuerdo a los reportes de la Policí­a Nacional Civil, el automotor fue robado dí­as atrás», explicó Donado.

Investigadores de la PNC dan cuenta que los supuestos secuestradores tienen en su cuerpo diversos tatuajes, eso hace pensar que podí­an ser integrantes de pandillas juveniles o maras.

Al cierre de esta edición se informó que el traslado de los sospechosos a la Torre de Tribunales se harí­a luego de la recolección de algunas evidencias en el lugar ya que familiares de la ví­ctima aún estaban recibiendo llamadas de otros supuestos implicados en el secuestro.