La indiferencia de parte de las autoridades se siente a inmediaciones del hundimiento de un sector de la zona 6, barrio San Antonio, donde pese a decretarse el estado de calamidad pública por parte del Gobierno los trabajos no inician.
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Casas vacías, calles con pocos habitantes (más pareciera una escena de alguna película), los alrededores de donde ocurrió el hundimiento que le costó la vida a tres personas, es una zona olvidada. Algunos elementos cuidan que no pase ninguna persona, lo que hace imaginar que el lugar estuviera en cuarentena por alguna enfermedad.
Antes de la tragedia iniciada la noche el jueves 22 de febrero, varios vecinos en repetidas ocasiones solicitaron a las autoridades su apoyo por los constantes retumbos y vibraciones que se sentían, a lo cual las autoridades correspondientes no le dieron la importancia que merecía.
Fue hasta ese día que ya se involucraron todas las dependencias del Estado y los cuerpos de bomberos, luego llegó la declaración del estado de calamidad pública emitido por el Presidente de la Republica, con fecha 9 de marzo y publicado en el diario oficial el día 14 del mismo mes, ratificado por el Congreso el 20 de este mes.
Los trabajos en el área afectada aún no inician, las calles aledañas al área afectada son custodiadas por elementos del Ejército, y no se permite el paso a particulares. Como dato curioso, los habitantes de las casas que están en riesgo fueron evacuados, pero eso no impide que una carpa utilizada por elementos del Ejército se encuentre colocada a unos 30 metros de donde se halla el agujero formado por el rompimiento de tubería de aguas servidas.
Autoridades de la Policía Nacional Civil (PNC) ofrecieron que se daría seguridad a las viviendas que se encuentran deshabitadas.
Los que viven cerca del punto afectado y que no abandonaron sus domicilios tratan de seguir con su ritmo de vida, ya que no ven esperanzas de que los trabajos para reparar el daño empiecen.