Gracias a mi amigo y compatriota Byron Titus, residente en Boston, llegó a mis manos un mensaje del Presidente de Uruguay, el guerrillero que luchó en la clandestinidad con Los Tupamaros contra las dictaduras militares de su país. Fue encarcelado y torturado durante varios años, y finalmente, cuando las circunstancias fueron propicias para participar en elecciones democráticos, ganó las elecciones en marzo de 2010 por mayoría abrumadora, conservando altos índices de popularidad, sin haberse radicalizado en el poder, mucho menos enriquecido.
“La educación es el camino†titula el gobernante uruguayo parte de un opúsculo que no me resisto en resumir, y que afirma que el puente entre este hoy y ese mañana que queremos tiene un nombre y se llama “Educaciónâ€. Y miren que es un puente largo y difícil de cruzar. Porque una cosa es la retórica de la educación y otra cosa es que nos decidamos a hacer los sacrificios que implica lanzar un gran esfuerzo educativo y sostenerlo en el tiempo.
Las inversiones en educación son de rendimiento lento, no le lucen a ningún gobierno, movilizan resistencias y obligan a postergar demandas. Pero hay que hacerlo. Se lo debemos a nuestros hijos a nuestros nietos. Y hay que hacerlo ahora, cuando todavía esta fresco el milagro tecnológico de la Internet y se abren oportunidades nunca vistas de acceso al conocimiento. Yo me crié con la radio, vi nacer la televisión, luego las transmisiones por satélite.
Después los celulares y la computadora. Cada una de esas veces, me quedé con la boca abierta; pero ahora con la Internet se me agotó la capacidad de sorpresa…. Se están abriendo las puertas de todas las bibliotecas y de todos los museos; van a estar a disposición todas las revistas científicas y todos los libros del mundo. Por eso necesitamos que todos los uruguayos y sobre todo todos los uruguayitos sepan nadar en ese torrente como pez en el agua.
Hay que subirse a esa corriente y navegar en ella. Lo conseguiremos si la matriz intelectual está sólida. Si nuestros chiquilines saben razonar en orden y saben hacerse las preguntas que valen la pena. Es como una carrera en dos pistas: allá arriba en el mundo el océano de información, acá abajo preparándonos para la navegación trasatlántica. Escuelas de tiempo completo, facultades en el interior del país, enseñanza media masificada, y probablemente inglés desde el preescolar en la enseñanza pública. Porque el inglés no es el idioma que hablan los yanquis, es el idioma con el que los chinos se entienden con el mundo.
No podemos estar fuera. No podemos dejar fuera a nuestros chiquilines. Esas son las herramientas que nos habilitan a interactuar con la explosión universal en la educación.
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ANí‰CDOTAS. Un periodista escuchó a Teté Coustarot contar que cuando comía en un pequeño restaurante de Colonia, apareció “el Pepe†(el presidente Mujica) con su mujer, en su VW escarabajo del 81. Habló con los comensales. Al terminar de comer sacó su billetera y pagó. Teté llamó al mozo y le recriminó que le cobrara. El mesero respondió: -Si no lo hacemos no viene más.
Lo que ganan Mujica y su mujer Lucía, como senadora, le donan el 70 % a su partido. Cuándo le preguntaron por qué lo hacían, contestó: Porque le debo a mi partido lo que soy y es norma. Además, si hasta hoy pude vivir con 4 mil pesos y ahora entre mi señora y yo llegamos a $7 mil por mes, ¿para qué queremos más?