Un hombre de origen salvadoreño cayó abatido por cinco delincuentes al intentar que éstos despojaran a una conocida de una cantidad de dinero, que serviría para realizar inscripciones de sus hijos en un centro educativo.
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Hacia un centro educativo se dirigían Araceli Ríos y Wilfredo Ramírez (nombre supuesto) cuando fueron sorprendidos por cinco hombres que se dirigían en un vehículo de características desconocidas, quienes le indicaron que entregara el dinero que portaba y su acompañante se interpuso en el asalto, momento que fue aprovechado por los delincuentes para dispararle en repetidas ocasiones, posteriormente se llevaron el botín y se dieron a la fuga con rumbo desconocido.
Familiares al escuchar los disparos que se confundían con sonidos de cohetillos se sorprendieron al ver el cuerpo de Wilfredo que yacía en el suelo por lo que de inmediato dieron aviso a los Bomberos Voluntarios, los que se presentaron a la 14 avenida y 15 calle de la zona 6, e indicaron que las heridas fueron mortales ocasionándole la muerte en forma instantánea por lo que dieron aviso a las autoridades para los trámites correspondientes.
Agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) que se presentaron al lugar realizaron un rastreo por lugares cercanos en busca del o los responsables del hecho, pero con resultados negativos, el área fue restringida en espera de los fiscales del Ministerio Público.
Minutos más tarde se presentaron los mismos los que indicaron luego de las primeras diligencias que la víctima recibió siete impactos de bala principalmente a la altura de la cabeza, los que le provocaron la muerte en el acto, la primera versión que se maneja del hecho es que la víctima mortal al momento en que se disponía abordar el vehículo con placas P-659 CZV de color dorado, cuando fueron sorprendidos por los ocupantes de otro vehículo quienes les exigieron dinero y éste intentó defender a la propietaria del vehículo por tal motivo le dispararon, luego exigieron el dinero consistente en 15 mil quetzales y se dieron a la fuga, la afectada indicó a las autoridades que el dinero era para pagar las inscripciones en un establecimiento educativo de sus hijos y que al fallecido lo conocía desde hace dos meses.
La identidad del occiso no es oficial ya que no portaba documentos personales de identificación.