En la etapa conclusiva, el Ministerio Público solicitó la pena de 80 años de prisión en contra de las hermanas nicaragí¼enses Betsy Aleska y Liza Amanda Vega Aguirre, y de í‰dgar Alexander Chinchilla, acusados de doble asesinato.
hernandeza@lahora.com.gt
El ente investigador, amparándose del Código Penal, solicitó al Tribunal Tercero de Sentencia condenar a 80 años de prisión a Betsy Aleska, Liza Amanda Vega Aguirre y a í‰dgar Alexander Chinchilla, al considerar que existen pruebas suficientes que señalan a los acusados como posibles responsables del asesinato de Jonathan Josué León Escobar y Juan Carlos Estrada ívalos.
Durante la fase de conclusiones, el MP ratificó su acusación en contra de los sindicados. El fiscal a cargo de las pesquisas detalló en cuanto a la prueba testimonial presentada ante el tribunal que preside el juez José Eduardo Cojulún Sánchez.
Dentro de la petición hecha por la fiscalía en contra de los acusados agregó la solicitud de expulsión del país para las dos hermanas de origen nicaragí¼ense.
La tesis desarrollada durante el debate oral y público que este día concluyó, señala que las hermanas Vega Aguirre y Chinchilla, bajo efectos de licor y del posible consumo de cocaína, habrían estrangulado con cable del tendido eléctrico a sus víctimas, crimen que se cometió durante la madrugada del 16 de febrero de 2006.
Al juicio acudieron peritos, agentes captores y vecinos; éstos últimos relataron cómo se escuchaban gritos de personas de sexo masculino durante la noche que se cree se cometió el hecho criminal.
Según el examen médico forense, las víctimas fallecieron por estrangulamiento y por compresión torácico-abdominal. Las dos mujeres sindicadas habrían ayudado al acusado í‰dgar Alexander Chinchilla, quien se presume que luego de haber cometido el asesinato, utilizando el vehículo de las víctimas salió a buscar ayuda para el traslado de los cadáveres, refiere la hipótesis del MP.
«Las dos acusadas contaron ante los agentes captores cómo mataron a sus víctimas y de la forma en que habían ayudado al procesado Chinchilla para poder cometer el crimen. Se recibieron testimonios de peritos, uno de ellos probó las llaves del vehículo de los fallecidos y que coincidieron con el automotor, llaves que el acusado tenía en su poder a la hora de su detención», expresó el fiscal del caso.
El investigador refirió que con los exámenes forenses quedó demostrado que los victimarios dieron de beber a los ahora fallecidos alcohol con cocaína; dentro de la prueba documental se entregó al tribunal sentenciador un despliegue de llamadas telefónicas hechas a Chinchilla, eso luego que Betsy Aleska y Liza Amanda señalaron a su otro cómplice en el crimen.
El fallo condenatorio o absolutorio que definirá el futuro jurídico de los acusados se dará a conocer por parte del Tribunal Sentenciador en horas de la tarde.
«El tribunal debe dar valor probatorio a las pruebas documentales y testimoniales presentadas por el Ministerio Público, porque existe conexión de los acusados. El 16 de febrero de 2006 las acusadas vivían en el inmueble donde se cometió el crimen, los testigos manifestaron que las sindicadas ahí estaban y las víctimas fueron vistas la noche del 15 cuando solicitaron al dueño de la casa permiso para visitar a las ahora procesadas», manifestó el fiscal, durante el fin del juicio.