La intención del Ejecutivo de llevar a cabo una consulta popular en plena recta final del proceso electoral, para dirimir en definitiva la disputa territorial con Belice y ratificar un pliego de trece reformas constitucionales, no es viable y lejos de ahorrar recursos del Estado, porque el procedimiento consultivo se empataría con la segunda vuelta electoral, puede tener efectos catastróficos, coincidieron este día diputados, constitucionalistas y observadores, consultados por este vespertino.
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El diputado Jorge Ríos Castillo, de la bancada del FRG, quien presidirá este período legislativo, la Comisión de Legislación y Puntos Constitucionales, afirmó que el propósito del Ejecutivo, en ese sentido puede tener efectos catastróficos y entorpecer el proceso electoral, toda vez que ocasionaría una gran confusión dentro del electorado.
El congresista se mostró contrariado por la urgencia con que el Ejecutivo aborda el tema, ya que las reformas constitucionales, puntualmente en lo relativo a la reducción del número de diputados, que también implicaría modificar nuevamente la Ley Electoral y de Partidos Políticos y posteriormente consultar su constitucionalidad a la Corte, serían aplicables para el 2012.
Y es que las reformas constitucionales cobrarían vigencia seis meses después de su ratificación, si ese fuera el caso, por lo que sería imposible reducir el número de diputados a ochenta en la integración de la próxima legislatura 2008-2012. En ese sentido, no justifica someter el tema a procedimiento consultivo durante este proceso electoral.
En el tema de Belice, el diputado Ríos, afirmó que se requiere de una organización exclusiva para eso, porque al día de hoy no existe información y se desconoce lo que el gobierno pretende. «Yo soy diputado de la Comisión de Relaciones Exteriores y sólo una vez fui informado por el canciller Jorge Briz sobre el avance de las negociaciones», recordó.
El hecho de incluir dos temas ajenos dentro del proceso electoral causaría confusión y desvirtuaría cualquiera de los dos procesos. Además, empatar ambos eventos en una eventual segunda vuelta, podría contravenir preceptos constitucionales en lo relativo a que ningún funcionario público puede favorecer a partido político, mucho menos al oficial, agregó.
No se pueden mezclar dos eventos distintos a las elecciones
En ese mismo sentido, externó su preocupación el diputado Roberto Kestler, jefe de la bancada de la UNE. Según el congresista, las intenciones del Ejecutivo puede entorpecer el trabajo del Tribunal Supremo Electoral (TSE), por lo que no es viable en pleno proceso electoral que la población se pronuncie sobre otros temas, que no sea el de elegir a sus autoridades.
El diputado Rubén Darío Morales, del PAN, que el próximo domingo, 14 de enero, asumirá el cargo de Presidente del Congreso de la República para el período legislativo 2007-2008, el último de esta legislatura, afirmó que de acuerdo a lo establecido en la Constitución Política, cuando el Ejecutivo envíe su propuesta, se le dará trámite sin demora alguna.
Por su parte, el analista Francisco García, del Instituto de Estudios Políticos (INCEP), también señaló la inviabilidad de llevar a cabo una consulta popular durante la segunda vuelta electoral, no sólo por lo perjudicial que podría ser para el electorado que podría confundirse, sino también, porque ambos temas son de trascendencia nacional.
El caso de Belice, por ejemplo, el analista dijo que debe ser previamente debatido y propiciar las instancias y mecanismos necesarios para que los distintos actores nacionales expongan sus opiniones. «Las próximas elecciones generales no deberían ser el escenario para una consulta popular de este tipo», agregó.
«Tanto la consulta sobre el diferendo territorial con Belice y las modificaciones al texto constitucional son de trascendencia nacional, que no deben ser politizados o incidir para el beneficio político, en particular del partido de gobierno», añadió.
Además, señaló que la realización de la segunda vuelta electoral es eventual, porque de acuerdo a las alianzas que los partidos políticos acuerden, podría ser que la primera magistratura del país se defina en la primera vuelta.
Poca seriedad
El ex ministro de Relaciones Exteriores, Gabriel Orellana Rojas, manifestó su preocupación por la poca seriedad con que el Ejecutivo está proponiendo someter a procedimiento consultivo el diferendo territorial con Belice.
¿Qué pasaría si uno de los candidatos presidenciales gana en la primera vuelta?, se preguntó el constitucionalista. «El punto es que si esto ocurre, nos dejaría en un predicado internacional muy delicado, porque parecería un doble juego de Guatemala, substraerse de una palabra empeñada».
Orellana Rojas, en ese sentido, reiteró su preocupación, porque no existe una base seria para hacer semejante compromiso. En el tema de la reforma constitucional, afirmó que pareciera ser una acción deliberada para que las mismas fracasen.
«Es decir, cumplimos, pero con la intención que las reformas constitucionales no lleguen a buen puerto», agregó. Además, no existe garantía que las mismas vayan a ser desnaturalizadas como ya ocurrió una vez, recordó.
Como se parte de un hecho hipotético, que en la segunda vuelta electoral, se someterán estos temas a consulta popular, pareciera que la intención es simple y llanamente distraer la atención de la opinión pública en lo que le resta de tiempo a este gobierno, concluyó.