Una poderosa bomba mató al menos a siete personas e hirió a 15 al sacudir edificios el viernes, incluyendo la oficina del primer ministro, en el peor ataque a la ciudad desde la Segunda Guerra Mundial.
Por otro lado, un hombre vestido como policía abrió fuego en un campamento juvenil del Partido Laborista en Utoya, una isla en las afueras de Oslo, baleando a varios jóvenes, dijo el portavoz del partido Per Gunnar Dahl a The Associated Press. Indicó que reportes sin confirmar dijeron que cinco personas fueron alcanzadas por las balas mientras los aterrorizados chicos intentaban escapar de la isla a nado.
Hasta el momento se desconocía si los ataques están relacionados entre sí.
En Oslo, el primer ministro Jens Stoltenberg estaba trabajando en su casa y resultó ileso, informó su alto asesor Oivind Ostang.