Indí­genas apáticos con Menchú


Rigoberta Menchú, premio Nobel de la Paz, tiene intenciones de crear un partido polí­tico con miras al proceso del 2012.

El anuncio de la Premio Nobel de organizar un partido polí­tico creó dudas de su legitimidad en algunos sectores indí­genas.

Hugo Alvarado
halvarado@lahora.com.gt

Al parecer Rigoberta Menchú, premio Nobel de la Paz, tendrá que recorrer un largo camino para convencer a la comunidad maya de sus pretensiones de convertirse en una candidata a la presidencia.

La propuesta de la Premio Nobel de crear un partido polí­tico en el 2012 mantiene algunas dudas dentro del sector indí­gena del paí­s.

Al menos Carlos Ventura, integrante del Consorcio de Organizaciones Mayas, apunta a que Menchú no representa a toda la población maya, sólo es una tendencia. Ella es una corriente y se suma a otras tres o cuatro candidaturas que se están formando actualmente. Advierte que dichas corrientes deben articularse para formar un solo movimiento. Se debe crear y fortalecer bloques estructurados que puedan hacer cambios en el paí­s.

«Sentimos que reunirnos alrededor de un solo personaje no tiene sostenibilidad para el proceso», dijo Ventura.

Según Ventura, ella debe reconocer que no debe ser el centro para un futuro proceso polí­tico partidista que incluya a la población indí­gena. «Es un error que se ha cometido alrededor de un personaje y se quiere construir un proceso de cambio estructural y la historia nos ha enseñado que eso ha fallado», reflexionó el lí­der indí­gena.

La lí­der indí­gena y Premio Nobel de la Paz 1992, anunció ayer en Costa Rica que creará un partido polí­tico indigenista para buscar el gobierno en las elecciones generales de 2012.

«En Guatemala existe un destacado liderazgo nacional de los indí­genas y sí­, vamos a crear un partido polí­tico para buscar el gobierno», dijo Menchú.

«Yo seré una de las personas claves en la formación de ese instrumento que está a punto de nacer», declaró Menchú y aseguró que los indí­genas de Guatemala, que son el 6 por ciento de los 12.2 millones de habitantes del paí­s, buscarán emular el ejemplo del presidente de Bolivia, Evo Morales.

NUEVO CAMBIO

Para Máximo Ba, integrante también del Consorcio, manifestó que la fecha que mencionó la Premio Nobel, se basa en el calendario Maya. Según Ba, ese es el año del cambio para los pueblos indí­genas.

Pero antes de pensar en llegar a estar en la presidencia, se deben efectuar los cambios en la forma organizativa.

Si Menchú quiere el respaldo de la comunidad maya, tiene que regresar a sus inicios, luchar y hablar con los de abajo. La realidad de pobreza se vive en el interior del paí­s y no desde la ciudad, dijo Ba.

«La representatividad se gana y ella la perdió. La representatividad no se elige, las personas demandan esa función.