Según revela el primer informe regional: «situación y análisis del feminicidio en la región Centroamericana», el uso de armas de fuego continúa siendo la principal causa de muerte en las mujeres, pero el nivel de estrangulamiento en las féminas está creciendo a un ritmo acelerado.
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En lo que va del año, Guatemala y El Salvador son los países con mayor índice de muerte de mujeres.
En la ciudad capital de Guatemala, así como en Escuintla y Petén ocupan los primeros lugares de violencia mortal hacia este sector de la población con un porcentaje de aumento del 11 al 43 por ciento.
Al otro extremo, los departamentos de Sololá y Baja Verapaz, a lo largo de los últimos cuatro años, se han producido la muerte de tres mujeres en cada uno de los lugares.
En relación con el año anterior, en el 2006 hay un 186 por ciento más de féminas muertes (40 en total) por el recurso del estrangulamiento como mecanismo para privar la vida.
Pese al desproporcionado crecimiento señalado, el uso de armas de fuego es el que se cobra más vidas de mujeres en el país (67.7 por ciento), mientras que un porcentaje significativo de los casos (33 por ciento) implica el uso directo de la fuerza en contra de las víctimas a través del uso de arma blanca, objetos contundentes y estrangulamiento.
A través de los últimos cuatro años, el 50 por ciento de mujeres muertas se concentra entre las edades de 16 y los 30 años. En el 2006, casi un 22 por ciento de las víctimas de homicidio tenían entre 21 y 25 años y otro 21 por ciento está comprendido entre los 16 y los 20 años.
Marzo del 2006, ha sido el mes más alto en los últimos cuatro años de violencia en contra de las mujeres (63 víctimas). Antes de ese mes la cifra más alta se había dado en abril de 2004 con 52 asesinatos.
A lo largo de todo el primer trimestre de 2006, ocurrieron en Guatemala 285 muertes violentas de mujeres, lo que significa un crecimiento del 37 por ciento en comparación con el año pasado, que registró 208 en el mismo período.
El escrito indica, según la base de datos que maneja la Policía Nacional Civil, PNC, que hasta octubre de este año se documentó la muerte de 504 mujeres.
Para identificar acciones de los Estados
A decir del procurador de los Derechos Humanos en Guatemala, Sergio Morales, la investigación del Consejo Centroamericano de Ombudspersons persigue identificar las acciones que han emprendido los Estados Centroamericanos (incluyendo a Belice y Panamá) para impedir la impunidad de los feminicidios.
Además, promover un cambio estructural en las sociedades para que se erradique la desigualdad en materia de género y determinar las acciones que puedan llevar a cabo en el futuro las instituciones ombudsman.
El documento ha sido elaborado por el Instituto Interamericano de Derechos Humanos (IIDH) y el Consejo Centroamericano de Ombudspersons.
«La incidencia y consecuencias de estos asesinatos, han producido un enorme daño a la democracia y a sus instituciones, afectando la credibilidad y eficacia de los Estados que han demostrado ser incapaces de ejercer justicia, brindar seguridad a las mujeres y enfrentar fenómenos como los conflictos armados internos», señaló la relatora especial sobre Derechos de la Mujer de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.