Excolaborador de Uribe se defiende


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Tras el pedido de la Fiscalí­a General colombiana de enviar a la cárcel a un cercano colaborador del ex presidente ílvaro Uribe, ayer corresponde el turno a ese ex funcionario de presentar su defensa en un intento de evitar ir a prisión por presuntas irregularidades en subsidios agrí­colas.

BOGOTí Agencia AP

El ex ministro de Agricultura Andrés Felipe Arias, un economista de 38 años, deberá comparecer en la jornada a partir de las 11 de la mañana a una audiencia pública en un tribunal penal de Bogotá, donde la ví­spera la Fiscalí­a General le imputó los cargos de celebración de «contrato sin cumplimiento de requisitos legales» y «peculado por apropiación a favor de terceros».

La Fiscalí­a además solicitó al tribunal enviar a Arias a la cárcel para evitar que obstruya la justicia y por «constituir un peligro para la sociedad».

Pero como la exposición de la Fiscalí­a, hecha por la fiscal general Viviane Morales, se extendió el jueves por casi cinco horas y numerosos documentos, la defensa de Arias, en cabeza del abogado Jorge Aní­bal Gómez, solicitó al juzgado un plazo para analizar tales papeles y poder rebatir los cargos.

Entonces el tribunal del juez Orlando Fierro concedió el plazo y acordó reanudar la sesión en la jornada, en la cual podrí­a fallar si acepta o no la solicitud de la Fiscalí­a General y enví­a a Arias a prisión.

Su posible encarcelamiento serí­a el primero de un cercano colaborador de Uribe (2002-2010), quien ya tiene ante los estrados judiciales a Bernardo Moreno, quien fuera su secretario general de la presidencia, por su presunta participación en una red de espionaje desde la policí­a secreta.

Como Arias no aceptó los cargos imputados el jueves por la Fiscalí­a el proceso continúa y un fallo para establecer si es culpable o inocente puede demorar varios meses.

De ser hallado culpable de peculado, Arias podrí­a purgar al menos seis años de prisión.

El caso por el cual Arias es investigado se refiere al llamado programa «Agro Ingreso Seguro» o AIS, implantado en el 2007 y que buscaba entregar subsidios al sector agrí­cola para estimular su producción y competitividad.

Pero según la Fiscalí­a, el programa de subsidios carecí­a de formas de vigilar su correcta aplicación, en un plan que terminó entregando dinero a por lo menos nueve grandes familias o empresas que defraudaron al Estado con trampas como dividir sus fincas en varios lotes para obtener varias veces la asistencia estatal.

Como los subsidios se entregaron bajo la forma de contratos directos, se violaron principios legales como el de la obligación de convocar a licitaciones públicas previas a la entrega de los fondos, de acuerdo con la Fiscalí­a, pero además Arias sabí­a de estas irregularidades y aun así­ continuó con el programa AIS para favorecer sus «intereses polí­ticos», es decir apuntalar una candidatura presidencial, acciones que comenzó en el 2009.

La fiscal Morales no reveló, lo cual podrí­a ocurrir más adelante en el proceso, qué grupos favorecidos con los subsidios pudieron ser también contribuyentes a la campaña de Arias. El ex ministro renunció en febrero del 2009 a la cartera de Agricultura, que ocupaba desde el 2006, para buscar la nominación presidencial de su Partido Conservador, la cual perdió.

De acuerdo con la Fiscalí­a General, los perjuicios al Estado por las irregularidades cometidas por Arias ascienden a unos 43.000 millones de pesos (unos 23,8 millones de dólares). La cifra estuvo por debajo de los cálculos iniciales de la propia Fiscalí­a, que hablaban de unos 169 millones de dólares.