Estudiante demandará a escuela


estudiante

Una estudiante de secundaria demandará a un distrito escolar del sur de California por no dar el tratamiento adecuado a los comentarios racistas que presuntamente formuló su maestra cuando lució en clase una camiseta de la selección mexicana de fútbol.

LOS ANGELES Agencia AP

El Fondo Mexicano-Estadounidense para Defensa Legal y Educación (MALDEF, por sus siglas en inglés) presentó el miércoles ante un tribunal federal de Los íngeles los documentos que permitirán a la adolescente, de 14 años, presentar la demanda.

En la demanda interpuesta el miércoles, Coral Avilés sostiene que el Distrito Escolar de Bear Valley y los funcionarios docentes en el este de Los íngeles no atendieron como era debido los comentarios formulados por la maestra cuando ella portó la camiseta durante el Mundial del año pasado.

Avilés afirma que su profesora de artes escénicas le preguntó si era mexicana y que cuando respondió que sí­, ésta puso en entredicho su derecho a estar en este paí­s. «Debido a gente como tú, yo pago impuestos altos, y debido a gente como tú, mi seguro es altí­simo», dijo la maestra, de acuerdo con los expedientes judiciales.

La estudiante, que es mexicano-estadounidense, salió del aula llorando, según los documentos.

La semana siguiente, Avilés pasó todo un perí­odo de clase juntando basura con el conserje para evitar regresar a la clase, se afirma en la demanda. La maestra se disculpó posteriormente, pero se presume que no recibió sanciones disciplinarias por los comentarios y el incidente no fue investigado por la escuela ni por el distrito a pesar de la petición de la madre de Avilés, dicen los documentos.

«En realidad no hubo supervisión», dijo Nancy Ramí­rez, concejal de la regional oeste de MALDEF. «Ella fue una ví­ctima, y simplemente no le prestaron ninguna atención».

El jueves no hubo nadie disponible en el distrito para realizar comentarios.

MALDEF pide indemnización y una orden judicial para evitar este tipo de incidentes en el futuro.

Diana, madre de Avilés, dijo que los padres necesitan confiar en que los educadores están enseñando, y no menospreciando, a sus hijos. Avilés dijo que el dolor que sintió después de los comentarios de la maestra hizo que se presentara en el tribunal.

«No quiero que la gente sienta lo que sentí­ ese dí­a», dijo. «No quiero que los juzguen sólo por quiénes son».