Hasta no concretar encuentros con las autoridades migratorias de Estados Unidos, el ministro de Relaciones Exteriores no viajará a Washington, Estados Unidos.
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Según el canciller, espera que los funcionarios norteamericanos se encuentren visibles para emprender el viaje a ese país para buscar solución a los connacionales que podrían ser deportados en los próximos meses.
«Aun no se tiene fecha para efectuar el viaje, nos encontramos solicitando fechas para los encuentros», dijo Rosenthal.
Aunque el jefe de la diplomacia guatemalteca estima que en las próximas dos semanas estará viajando a la capital estadounidense, para iniciar las conversaciones y buscar alternativas de solución que eviten la deportación masiva de guatemaltecos.
El presidente í“scar Berger reiteró ayer que será Dan Fisk, quien será el enlace del gobierno del presidente George W. Bush, con el canciller Rosenthal, para iniciar conversaciones y así buscar una salida al problema.
Esto luego que existe la amenaza que unos 30 mil connacionales que viven en Estados Unidos, puedan ser deportados, especialmente aquellos que tuvieron un estatus de asilados políticos y que no lograron solventar su situación legal migratoria.
El Ejecutivo estima que con crear programas de trabajos temporales se puede ir minorizando el problema.