Sara Baras presenta una «Carmen» flamenca libre y sensual


La bailaora y coreógrafa española Sara Baras estrenó en Parí­s su ballet

La bailaora y coreógrafa española Sara Baras estrenó en Parí­s su ballet «Carmen», himno a la mujer libre ensalzada por la energí­a y la sensualidad de un flamenco reinventado, que será representado hasta el 7 de enero en el Teatro de Champs-Elysées.


La artista gaditana fue ovacionada anoche por un público entusiasta, y además contento de que la representación hubiera podido llegar hasta el fin. En efecto, la presencia de humo en una escalera de escenario al principio del espectáculo hizo que se pusiera en marcha el dispositivo de alerta de incendio del teatro y la evacuación del público.

El espectáculo pudo volver a empezar tras media hora de interrupción, esta vez sin humo, pero sí­ con el fuego interpretativo de los 13 bailaores, cinco músicos y tres cantantes reunidos en este ballet impecable hasta en la utilización de la luz y el ví­deo.

Sara Baras es una artista asidua del Teatro de Champs-Elysées, en el que se presentó por vez primera en el año 2000 y del que responde este año a la quinta invitación. Diecinueve representaciones están previstas hasta el 7 de enero.

Después de «Juana La Loca» (2000) y la «Mariana Pineda» de Lorca (2004), La artista evoca en su nuevo espectáculo, creado en el Liceu de Barcelone en septiembre pasado, otra figura femenina española, la «Carmen» de Merimée.

Aunque su ballet es dramático, Sara Baras «no pretende contar la historia tan conocida» de la cigarrera gitana, prefiriendo, según sus propias palabras, «trabajar el personaje a partir de una cierta abstracción poética, que mantiene el misterio y deja libre curso a la imaginación del espectador».

Su ballet se compone de tres actos y dieciocho cuadros, cuya separación mediante cortes obscuros no contribuye a la continuidad del relato.

Pero la simplicidad del código de colores del vestuario (rojo y negro, a veces asociados) y la danza flamenca, que inocula en el espectáculo su sensualidad y su vitalidad, dan una bella coherencia al conjunto.

Sara Baras es una Carmen que mantiene alta la cabeza frente a los «bailaores invitados» que la cortejan: José Serrano en el papel de torero Escamillo, y Luis Ortega, en el de Don José, el amante que termina matándola por celos.

La última imagen muestra, como en un sueño, a Carmen fumando un cigarrillo, con un gesto de mujer liberada.

Esta vez, el humo provocó aplausos en vez de alarma, y el público pudo contemplar, durante un largo bis, la fuerza de un flamenco más tradicional y el virtuosismo de Sara Baras en el arte del zapateo.

Después de «Juana La Loca» (2000) y la «Mariana Pineda» de Lorca (2004), La artista evoca en su nuevo espectáculo, creado en el Liceu de Barcelone en septiembre pasado, otra figura femenina española, la «Carmen» de Merimée.